La falta de tiempo y de dinero son de los pretextos más comunes que dan las personas para no realizar actividades físicas. ¿Cómo batallar con eso?
No hace falta pagar gimnasio y mucho menos un entrenador personal. Es cuestión de tener voluntad y encontrar cómo movernos en nuestras actividades cotidianas.
”Si está en un edificio de varios pisos, ¡suba las escaleras en lugar de usar el ascensor!; bájese una parada antes cuando va en bus y, si va en carro, cuando llegue al parqueo, deje su carro lo más lejos posible de la puerta. ¡Póngales más ganas a lavar, sacudir, barrer! Son actividades físicas que ayudan”.
Se dice que el tiempo en el trabajo también se puede aprovechar. ¿Qué podemos hacer para usar bien esas horas?
No permanezca sentado más de dos horas seguidas; levántese y estírese. Use menos el e-mail y el teléfono, camine hasta donde está el compañero con el que debe hablar.
La alimentación es otro factor vital, ¿cómo se debería comer?
Debemos volver cada vez más a lo natural. Refrescos de frutas que aprovechen el azúcar propio de cada fruta y no le añada más. Ir sustituyendo los condimentos en polvo y de paquete, y más bien usar cebolla, ajo, chile dulce, culantro y todos esos condimentos naturales para darles sabor a las comidas. Sí, tal vez quita un poquito más de tiempo, pero es más sano y hasta más sabroso.
”También dejar de lado las frituras; las comidas empacadas o congeladas restringirlas al máximo”.
¿Cuáles son los riesgos del síndrome metabólico?
Puede ser la puerta de entrada a males más graves; es un factor de riesgo para infartos y otros problemas del corazón.