"Esto está chivísima. Me gusta porque es un campo abierto, bonito y aquí nos dejan divertirnos. Esta parte del hospital no es fea y aburrida". Así describió Melanie Vega, de 8 años, el nuevo espacio que tiene en el Hospital Nacional de Niños.
A partir de este martes, los menores cuentan con una sala multisensorial (la primera en un hospital público de Centroamérica y Caribe) que dispone de camas de agua, juegos de luces, música y texturas para trabajar los sentidos.
Además cuentan con una estación de videojuegos, futbolines, una pantalla gingante para transmitir películas o videos, un anfiteatro, una biblioteca, máquinas de ejercicios –como caminadoras y elipticas– y hasta una estación para preparar alimentos.
La idea con esto es que los niños puedan desestresarse durante su estadía en el hospital y, además, rehabilitarse, comunicarse y desarrollar destrezas.
El lugar tiene un área de 430 metros cuadrados y se logró gracias al aporte de 36 empresas que donaron servicios.
Para los menores esto es un espacio de juegos; para los padres, esto es devolverles un poco la felicidad a sus hijos.
"Este es un recurso muy importante para ellos; ellos necesitan relajarse, olvidarse por un ratito de la enfermedad y también rehabilitar músculos mediante el juego. Ahora cuentan con un espacio para hacerlo", manifestó Carolina Alfaro, madre de una niña de 3 años que tiene problemas cardíacos y en los bronquios.