Hasta hace una semana, cada vez que el Hospital Nacional de Niños recibía una vena, arteria, válvula cardíaca o válvula pulmonar tenía que utilizarlas en un paciente a más tardar un mes después porque las condiciones no permitían mantenerlas por más tiempo y debían desecharse.
Hoy, la historia es otra. Funcionarios del Banco Nacional de Tejidos y Terapia Celular lograron criopreservar; es decir, preservar en frío extremo estos tejidos. Esta técnica permite que los tejidos puedan mantenerse durante más de seis meses.
Así, se podrá beneficiar a pacientes (niños y adultos) con problemas o malformaciones en el corazón o males circulatorios, por ejemplo.
Además, la Fundación Pro Hospital de Niños ya adquirió un congelador especial que mantendrá estas partes a -146 °C y conservarlas hasta por 10 años.
Para que este equipo funcione, solo se requiere que la Teletón les entregue unos marcos especiales que permitirán que los tejidos se sumerjan en nitrógeno líquido.
“La técnica permite más opciones para los pacientes. Una válvula o una arteria no funcionan igual que la piel”, comentó Marlen Herrera, coordinadora del Banco.
”La piel puede colocarse en cualquier persona, porque estos trasplantes son temporales; pero las válvulas cardíacas, venas o arterias requieren que donante y paciente tengan el mismo grupo sanguíneo, el mismo RH y diámetros similares en sus arterias”, agregó.
Para obtener estos resultados, cirujanos extraen el corazón de un donante cadavérico. El corazón es llevado al banco, donde se separan las diferentes venas, arterias, válvulas y tejidos y se limpian.
Después, los tejidos se analizan para descartar VIH, sífilis, hepatitis, Chagas o toxoplasmosis. Posteriormente, se ponen en cuarentena por una semana para conservar la estructura de colágeno que da forma a venas y arterias.
Luego, comienza la criopreservación: los tejidos se llevan a una máquina donde se enfrían controladamente a un ritmo de entre uno y 15 grados Celsius por minuto hasta llegar a -80 °C. Los tejidos se conservan en una bolsa sellada con medios nutritivos.
El siguiente paso es completar el equipo para que estos tejidos puedan congelarse a -146 °C y mantenerse hasta 10 años.
“Con el nuevo equipo se mejorará el trabajo. Lo ideal es tener un buen banco para ampliar posibilidades”, habría dicho en una entrevista anterior Gerardo Mora, jefe de cirugía del Hospital.