Isaac Arrieta estuvo internado hace un par de semanas en el Hospital Nacional de Niños (HNN) debido a una apendicitis. Sin dudar, el pequeño aseguró que lo que menos le gustó de su estancia fue cuando lo punzaban (para colocarle las vías). Todavía pueden vérsele las marcas en los brazos.
Para hacer menos dolorosa la hospitalización de niños como Isaac , el centro infantil presentó un plan llamado “Por un Hospital sin dolor”, cuyo fin es disminuir el sufrimiento de los menores al someterse a los tratamientos.
La estrategia se enfoca en cuatro puntos: localizadores de venas para colocar las vías en una sola punción; catéteres que se le ponen al niño y se mantienen durante todo el internamiento; sedación (local o general, según sea el caso) siempre que sea necesario introducir agujas, y el acompañamiento de los padres durante los procedimientos, para que ambos se sientan más seguros.
Solo una vez. “Estamos tratando de implementar la cultura de que no todo paciente debe recibir el tratamiento a través de una vía periférica (que se pone en las manitas). Desde que el niño se interna, tenemos que escoger el mejor dispositivo, para que solo se le punce una vez”, dijo la directora del HNN, Olga Arguedas.
Por ejemplo, a un pequeño que va a recibir quimioterapia por varios meses, se le colocaría un catéter especial y más duradero que permanezca en su cuerpo todo el internamiento. Anteriormente, estos debían ser cambiados cada dos días, en algunos casos. El costo de los nuevos dispositivos ronda los $150 cada uno (¢81.489).
Arguedas indicó que aparte de usar esos implementos, el proyecto se complementa con la adquisición de localizadores de vena. Cada uno cuesta unos $8.000 (¢4.350.000, aproximadamente) y permite que, mediante una luz infrarroja, el médico o encargado de Enfermería pueda ver las venas en el brazo del menor, lo que evita que se le deba introducir la aguja en diversos intentos.
Actualmente, el HNN tiene cuatro de estos aparatos disponibles en los servicios de laboratorio clínico, emergencias, infectología y cirugía general. La meta es contar con uno de estos en cada servicio del hospital.
Arguedas añadió que también usarán anestesia local en los niños al colocarles las vías, y en el corto plazo solicitarán que en el país se apruebe el uso de anestesia en crema para aplicarla en procesos más sencillos, como las tomas de muestras de sangre.
La directora médica explicó que son conscientes de que los anestesiólogos son insuficientes, por lo que la idea es optimizar el recurso humano disponible.
Como parte de esta iniciativa, el HNN también acondicionó dos cuartos de sedación que fueron decorados para reducir la ansiedad o el miedo de los más pequeños al recibir un tratamiento. También se está capacitando al personal sobre cuidados a la hora de colocar los catéteres.