"La menstruación no es el problema. Tú no eres el problema. El tabú menstrual corretea por nuestro cuerpo y domina aun en nuestras bragas (calzones). Carecemos de conocimientos desde dónde explicar nuestra realidad".
Así, la española Erika Irusta, autodenominada la primera pedagoga menstrual, busca darle voz a las mujeres para que hablen acerca de algo tan natural como cualquier otro proceso del cuerpo humano.
Dolores, modificaciones de humor, anécdotas, cambios que van teniendo las hormonas femeninas a través de los años son parte de los temas que se discuten en su blog.
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Irusta no es la única que habla sin tapujos de este proceso. Iniciativas de diferentes grupos sociales, médicos, psicólogos y empresas buscan que la sangre menstrual y las distintas partes del ciclo sean vistas con la naturalidad que tienen.
"Cuando hacemos deporte, es normal ver sangre si nos raspamos, si nos golpeamos, pero todavía no nos atrevemos a hablar de la sangre que vemos mes a mes con la menstruación. Sigue siendo ese tabú al que se le tiene miedo o asco, pero que es tan natural como cualquier otro proceso que hace nuestro cuerpo", manifestó Vania Rodríguez, jefa de investigación de la marca de productos femeninos Saba, durante un desayuno con la prensa este jueves.
"Si no podemos ni nombrar con el nombre correcto a nuestra zona íntima y le decimos cosas como 'los países bajos' o 'ahí abajito' no vamos a poder verlo con la naturalidad que tiene", añadió.
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Rodríguez enfatizó que uno de los principales problemas es que la sociedad convierte en problema la menstruación: "el escuchar: ¿qué le pasa? ¿está con la regla?' o '¿anda regluda?' es una de las cosas que nos enfrentamos. Y hasta nos lo dicen otras mujeres".
El tabú, para muchas, comienza incluso antes de la menarca –primera menstruación–.
"Algunas niñas viven la regla como una carga, algo pesado, y creemos que hay que trabajar para cambiarlo. Si con esa concepción ven la menstruación desde antes de experimentarla, ¿cómo la vivirán durante todos los años que van a tenerla?", expresó Elena Carreras, presidenta de la Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología, de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña en un encuentro que se dio sobre el tema en octubre pasado en España.
Según ella: “si todavía nos da vergüenza que se asome un poco de sangre en nuestra ropa cuando es algo normal, es porque nos toca todavía seguir aprendiendo. ¿Acaso nos molesta que nos vean estornudar?”.
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Aprender a leer el cuerpo
Los especialistas coinciden en que una de las claves en las que se puede ir "normalizando" cada vez más el hablar del tema es que las mujeres aprendan a conocer y a "leer" su cuerpo. Y, de esta forma, comprendan cómo los ciclos hormonales cambian según cada etapa de la vida.
En una encuesta realizada el año pasado con mujeres costarricenses, el 52% dijo haber experimentado cambios en su menstruación después de tener hijos.
Esos cambios fueron muy diferentes: el 28% dijo experimentar mayor flujo desde entonces, el 23% tuvo menos dolor o dolores más leves, el 13% dijo sentir más molestias, el 8% dice que la menstruación le dura más días y el 6% que le dura menos.
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"En esto cada mujer es diferente, es un asunto de que todas tenemos hormonas distintas, y también es asunto de percepción", dijo Rodríguez.
El tabú de la menstruación en el deporte
En los deportes, el ciclo menstrual femenino también ha sido tratado con recelo.
Por ejemplo, hasta hace poco, las deportistas de alto rendimiento no hablaban acerca de cómo las distintas etapas de su menstruación afectan su rendimiento.
Una investigación realizada por el University College de Londres (UCL) y publicada en el 2014 señaló que más de la mitad de las atletas indica que la menstruación sí afecta el rendimiento deportivo.
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Ya hay voces que comienzan a hacerse escuchar. Durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 la nadadora china Fu Yuanhui indicó que estar con el período le había impedido desempeñarse al 100% durante las competencias y por ello obtuvo medalla de bronce y no de oro.
En enero del 2015, los periódicos ingleses captaron también cómo la tenista Heather Watson salió al paso y habló de cómo afecta la menstruación.
Watson pidió que llamaran a un médico al final del primer set en la ronda inaugural del Abierto de Australia, porque sentía mareos, náuseas y debilidad propias del período.
Esto hizo hablar a la también tenista Annabel Croft, quien subrayó que los dolores menstruales de las mujeres estaban siendo ignorados, y que este estigma obligaba a las deportistas a sufrir en silencio.
Otro caso particular para "normalizar la menstruación" se dio durante la maratón de Londres en el 2015, cuando la corredora Iran Gandhi decidió correr en el primer día de su menstruación.
La sangre comenzó a verse por su ropa deportiva y ella se mantuvo corriendo hasta el final. Después escribió un artículo de opinión para decir que esa fue su forma de comunicar que la menstruación es algo que debe verse como normal y no tiene por qué dar paso a ningún tipo de tabú.