Comprender la fuente y la relevancia de las emociones influye en las decisiones que se toman y en la voluntad para asumir riesgos, aseguran investigadores de la Universidad de Rotman, en Canadá.
"La gente a menudo decide influenciada por emociones que no tienen nada que ver con las decisiones que están tomando", explicó, en el sitio de la universidad, Stéphane Côté, coautora del estudio.
Por eso, quienes tienen mayores niveles de inteligencia emocional son capaces de tomar mejores decisiones.
Sin embargo, quienes poseen menos inteligencia emocional pero toman conciencia de lo que están sintiendo y logran separarlo de la elección que deben hacer, también pueden bloquear las emociones ajenas que influyen en sus decisiones.
Côté recomienda que, si la persona siente ansiedad u otra emoción antes de tomar una decisión, haga una pausa en lugar de tomarla de forma inmediata.
“Hay que prestar atención solo a los sentimientos que son relevantes para las decisiones que se toman”, subrayaron los investigadores.
Además, aclaran que los resultados probablemente aplican no solo a las emociones negativas que una persona puede experimentar sino también a las positivas.