Ginebra
La tasa de mortalidad infantil sigue bajando en todo el mundo y se ha reducido en un 49 % desde 1990, según datos publicados hoy por la ONU, que considera, sin embargo, que el progreso no es suficiente y llama a prestar más atención a los primeros días de vida de los recién nacidos.
Las muertes de menores de 5 años alcanzaron en 2013 los 6,3 millones en todo el mundo, 200.000 menos que en el año anterior y casi la mitad de las que se registraban en 1990.
El dato, sin embargo, está todavía lejos del objetivo global de la ONU, que se propuso reducir en dos tercios la mortalidad infantil entre 1990 y 2015.
La mayor parte de los fallecimientos, según el informe presentado por Naciones Unidas y el Banco Mundial, se deben a causas evitables, por lo que estas organizaciones consideran que existe un enorme potencial para reducir esos números.
En especial, llaman a reforzar los esfuerzos en el cuidado de los recién nacidos, pues un 44 % de las muertes se registran a lo largo del primer mes de vida y estos fallecimientos no se han reducido al mismo ritmo que los de los niños de más edad.
Según Unicef, la mayor parte de esos casos podría evitarse con intervenciones simples y rentables y la experiencia demuestra que también los países pobres pueden dar respuesta al problema, pues muchos de ellos han logrado grandes avances.
Latinoamérica, el norte de África y el Asia oriental, de hecho, han alcanzado ya el objetivo de reducir en más de dos tercios la tasa de mortalidad infantil, según el informe.
Los mayores problemas se siguen registrando en el África subsahariana, donde la tasa se ha reducido casi a la mitad, pero sigue estando casi 15 veces por encima de la que registran los países desarrollados.
Como ejemplo, el informe señala que la probabilidad de que un niño nacido en Angola –el país con peores datos– fallezca antes de los cinco años es 84 veces mayor a la que tendría en Luxemburgo, el estado con una tasa más pequeña.
En el conjunto del mundo, dos países como India y Nigeria representan más de un tercio del total de muertes infantiles cada año.
Las principales causas de los fallecimientos siguen siendo las complicaciones durante el embarazo (17%), la neumonía (15%), problemas durante el parto (11%), la diarrea (9 %) y la malaria (7%) .
Según los datos de la ONU y sus agencias, la malnutrición contribuye además a casi la mitad de las muertes de menores de cinco años.
"Ha habido un progreso espectacular y cada vez más rápido en la reducción de la mortalidad entre los niños y los datos demuestran que el éxito es posible incluso para los países con recursos pobres", destacó en un comunicado el responsable de los programas de Salud de Unicef, Mickey Chopra.
"Sabemos lo que hacer y cómo hacerlo. El desafío ahora es pasar del plan a la acción", señaló la directora general adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Flavia Bustreo, que destacó la importancia de las medidas puestas en marcha recientemente por grandes países como la India.