Las tasas de deterioro cognitivo causado por el envejecimiento y por las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer son mayores en las mujeres, reveló un estudio publicado en la revista American Journal of Neurorradiología.
Los investigadores de la Universidad de California añaden que las personas con un factor de riesgo genético clave para el desarrollo del Alzheimer también tienen un mayor deterioro cerebral.
“Ya era conocido que la presencia de APOE ε4 ---una proteína implicada en la unión de lípidos o de grasas en los sistemas linfático y circulatorio--- reducía la edad en que aparecía y se incrementaba el riesgo de contraer la enfermedad”, dijo en el sitio de la universidad el autor del estudio, Dominic Holland.
La variable del sexo la descubrieron tras evaluar 688 hombres y mujeres mayores de 65 años pues encontraron que las mujeres con deterioro cognitivo leve (una condición precursora de diagnóstico Alzheimer) experimentaron mayores tasas de deterioro cognitivo que los hombres.
También vieron que todas las mujeres, independientemente de si mostraron o no signos de demencia, experimentaron una mayor pérdida cerebral que los hombres en el periodo de tiempo analizado.
Otro hallazgo importante del estudio es que en los hombres y las mujeres no eran distintos los niveles de biomarcadores de la patología de la enfermedad.
Para Linda McEvoy, coautora de la investigación, eso sugiere que el deterioro mental en las mujeres podría ser causada por factores distintos de la enfermedad de Alzheimer, o que en las mujeres, la patología es más tóxica.
Las tasas de diabetes o de resistencia a la insulina y la historia hormonal desde la menopausia también podrían explicar las diferencias.
“Es evidente que necesitamos más investigación sobre cómo el sexo de un individuo afecta la patogénesis de la enfermedad", dijo.
Sin embargo, afirmó que, así como el estado APOE ε4 identifica a las personas en mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, el sexo de una persona podría resultar un factor determinante en el tratamiento futuro.
En la actualidad, no existe cura para el Alzheimer, ni terapias que logren retrasarlo o detener su progresión.