¿Por qué se escogió a Costa Rica para participar en el proyecto piloto?
Su ministra de Salud (María Luisa Ávila) es extremadamente participativa. Ella nos habló del hospital de Niños. Inmediatamente comprendimos que había una voluntad importante, a pesar de ser un país pequeño, de participar y aceptar la estrategia por la seguridad del paciente.
De todos los hospitales del plan piloto, ¿este es el único pediátrico?
Para los proyectos piloto, sí, es el único.
Usted mencionó que trabajar juntos es muy importante para este tipo de proyectos. ¿Por qué?
Hay muchos estudios sobre el cambio del comportamiento. Con la higiene de manos no solo se reducen las infecciones sino también la mortalidad por la infección. Esto solo se puede hacer si todo el mundo está convencido y conoce la estrategia. Esto último es necesario. Si el doctor le dice a todo el mundo que hay que hacerlo, probablemente no sea bien comprendido. Si las enfermeras y el director administrativo hacen lo mismo por separado, probablemente no los entiendan. Por eso, es necesario que sea un esfuerzo multidisciplinario. Es claro que se necesita una actitud multidisciplinaria y de equipo.
“La reunión de hoy (miércoles 9 de abril) con los colaboradores dejó claro que el administrador aportó una cosa, el ingeniero otra, la enfermera otra. Esto es importante dentro de la cultura de la institución porque revela que trabajan como un sistema completo. Es complicado cambiar un comportamiento en un sistema dividido”.
¿Qué es lo que usted ha podido notar en el hospital de Niños?
Aquí está muy claro que es necesario un cambio de comportamiento para mejorar la higiene de manos. Es necesario el conocimiento de la técnica y su aceptación. Y es necesario un cambio en el sistema con la aplicación sistemática de la solución de alcohol. Es necesario ubicar dispensadores de alcohol al lado de la cama de los enfermos. Yo visité el hospital y lo que vi fue extraordinario. Todos han comprendido bien de qué se trata. He notado una gran identificación con el objetivo y la actitud de asumir el cambio de comportamiento con la higiene de manos.
¿Cuáles cree usted que son los retos más importantes para el resto de los hospitales?
La higiene de manos es lo más importante para prevenir las infecciones, que son las complicaciones más importantes de los pacientes hospitalizados. La higiene de manos es una técnica simple, pero para surtir efecto tiene que aplicarse como una técnica multimodal, multidisciplinaria, con el alcohol, la educación, la observación, la disciplina y la cultura de la institución. Esto es lo más importante. Todo esto hace que la técnica sea eficaz. Yo he estado en hospitales africanos muy pobres, donde no hay nada, ¡ni agua!, pero con una adecuada higiene de mano. La clave (para los otros hospitales) es la actitud.
Tampoco es solo un asunto de dinero...
Es un asunto de actitud. Nosotros hemos demostrado que esta estrategia es probablemente la más costo-efectiva para la salud pública. Incluso, para los hospitales más pobres y mal equipados.
¿Por qué volver a insistir en algo que debería estar en cualquier buen protocolo hospitalario?
Es verdad. Pero la primera cosa que debemos reconocer es que es difícil hacer la higiene de manos en el mejor momento y con la frecuencia necesaria. Yo creo que la población puede participar activamente en la promoción de la higiene de manos.