Un instituto de punta que ayudará a comprender mejor enfermedades como el cáncer y permitirá estudiar la eficacia de posibles vacunas y tratamientos. Esa es la meta del nuevo Centro de Investigación Biomédica, que se inaugurará este viernes 18 de octubre, en la Finca La Flor, en Liberia, Guanacaste.
Este proyecto fue construido por la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB) –antiguamente llamado Proyecto Epidemiológico Guanacaste (PEG)– y la Fundación Inciensa (FUNIN).
Desde 1997, estas entidades estudian las causas y características del cáncer de cérvix o cuello uterino, y, entre 2004 y 2006, han probado la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), Cervarix, de la casa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).
“Este lugar proporcionará la infraestructura necesaria, para que investigadores nacionales puedan participar en estudios con altos estándares científicos y de calidad. Además, se pretende que los estudios que se realicen, contribuyan de manera directa a la toma de decisiones en temas de salud pública”, destacó Paula González, directora de ACIB.
Para Rolando Herrero, investigador de ACIB y jefe de la Sección de Detección y Prevención Temprana de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este centro representa una gran oportunidad para el país, especialmente para obtener posibilidades de hacer investigación médica y científica con entes internacionales.
“La obtención de recursos para investigación sigue siendo una limitante en Costa Rica. Los investigadores deben buscar recursos a nivel internacional, los cuales, suelen ser muy competitivos y difíciles de obtener. Actualmente, los incentivos para la formación y consolidación de nuevos investigadores nacionales son insuficientes, por ello, muchos profesionales deben migrar para encontrar mejores oportunidades en otros países, este centro será una oportunidad”, señaló Herrero.
La infraestructura, que cuenta con el apoyo de la IARC y del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés) tuvo un costo de $2,2 millones (unos ¢1.300 millones). Comenzará con 63 personas, pero el personal podría ampliarse en futuros proyectos.
¿Qué se investigará?
La ACIB tiene ya varias investigaciones en curso. Una de ellas es el proyecto Escuddo (Estudio Comparativo de Una y Dos Dosis de la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH)). Esta investigación toma en cuenta a adolescentes de todo el país con edades de 12 a 16 años y a mujeres de 17 a 20 años, para determinar si una sola dosis de las vacunas actuales contra el cáncer de cérvix protege igual que la recomendación actual de aplicarse dos dosis.
¿Por qué es importante saber si una dosis es suficiente? Porque esto podría hacer que la protección llegue a más mujeres. Esquemas de una sola dosis podrían ser una solución en los países pobres, donde hay menos posibilidades de tener la vacuna en el sistema público de salud si se utilizan dos o tres dosis.
Otra de las pesquisas en las que trabajan los investigadores en Guanacaste, es Primavera. Esta busca demostrar que una dosis de la vacuna más inmunogénica (capacidad de generar reacción ante un patógeno), en este caso, Cervarix, confiere una protección no inferior a la protección conferida por tres dosis de la vacuna Gardasil, de la casa Merck.
También se trabaja en la investigación LTFUA, que tiene como objetivo investigar la infección del VPH en el ano.
Según la información disponible en la página de ACIB, esto se realiza “para entender la importancia de la infección en esta parte del cuerpo, cuánto tiempo le toma al cuerpo eliminarla, si la citología anal u otras pruebas son de utilidad para detectar lesiones que deberían tratarse entre mujeres jóvenes sanas, y qué tan frecuentemente las mujeres adquieren nuevas infecciones por VPH en el ano".
“También queremos estudiar si las pacientes que tuvieron enfermedad en el cuello del útero debido a la infección por VPH, tienen más riesgo de tener infección anal por VPH y lesiones anales", agrega el sitio web.
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Las instalaciones
El nuevo edificio tiene un área de reposición biomédica o “biobanco”. De acuerdo con González, “son sitios encargados de la gestión de muestras, lo que involucra recolección, preparación, distribución, almacenamiento y análisis de las muestras de estudios científicos”.
Este centro tiene tres laboratorios, que se encargan de criopreservar muestras, preparar empaques para envíos internacionales, y de investigación de ADN, entre otras cosas.
También se cuenta con un centro de datos y de gestión de información. Allí se almacena la información que luego permite a los científicos hacer los análisis y obtener los resultados de los estudios, para luego ser publicados.
Finalmente, se cuenta con un equipo de gestión de calidad en donde se resguarda la información confidencial de las pacientes y se protege su seguridad.
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¿Qué sigue?
De acuerdo con Herrero, el tener este centro permitirá realizar varios tipos de estudios de diferentes padecimientos como el cáncer u otras enfermedades crónicas. Así se podrán realizar estudios desde sus fases más básicas hasta las etapas más avanzadas.
El objetivo es tener no solo un espacio para semillero de investigadores biomédicos nacionales, si no también tener colaboración con grandes organismos internacionales.