Salud

Lo que el hombre come y hace impacta salud de futuros hijos

En el esperma viajaría información ligada a la obesidad y a males crónicos

Si desea tener hijos saludables, aliméntese bien, descanse, realice ejercicios y evite el tabaco. Lo contrario, afectará su descendencia. | ISTOCK

La frase “somos lo que comemos” podría tener una extensión. También somos lo que papá come, e incluso lo que nuestro abuelo comió.

Cuatro estudios desarrollados por diferentes centros de investigación en los últimos seis años evidencian que dentro del esperma viaja material genético relacionado con la obesidad y con enfermedades como diabetes o hipertensión (ligadas con la dieta) que podrían incidir en la salud del futuro bebé.

Además, se ha visto que el semen puede tener modificaciones debido a la actividad física y el estrés que caracterizan a los hombres, aun antes de concebir, así como por la exposición a drogas o productos tóxicos (factores externos).

Evidencia. El análisis más reciente se publicó el pasado 4 de diciembre en la revista Cell Metabolism . La investigación fue liderada por el Instituto de Metabolismo Básico de Noruega.

Los científicos compararon las células del semen de 13 hombres sanos y de 10 hombres con obesidad.

En las células de quienes estaban obesos había componentes epigenéticos –material genético que también es determinado por factores ambientales y estilos de vida– asociados con un mayor apetito.

Aún más: los investigadores examinaron el esperma de seis hombres que se hicieron una cirugía bariátrica para perder peso. El seguimiento se dio desde un año antes del procedimiento hasta un año después.

Entre la primera medición y la última, se vieron cerca de 400.000 cambios estructurales en el ADN del fluido.

Los especialistas concluyeron que la pérdida de peso puede cambiar la información epigenética que se lleva en los espermatozoides.

Es decir, lo que se transmite en el esperma del papá puede afectar el desarrollo del embrión y podría “moldear” la fisiología del niño.

Dieta clave. En el 2010, un reporte en la revista Cell también indicó que la dieta masculina posee un rol vital en la salud de los hijos.

Para demostrarlo, investigadores de las universidades de Massachusetts y de Texas, ambas en Estados Unidos, tomaron una colonia de 200 ratones y la dividieron en dos grupos. A uno se le dio una dieta normal, y al otro, una baja en proteínas.

Las hembras de ambos grupos tuvieron la misma alimentación, para no crear “ruido” y ver solo la influencia masculina.

A los 18 meses, los hijos del grupo de dieta baja en proteínas tenían más genes relacionados con la síntesis de colesterol y lípidos, y sus niveles de colesterol ya eran ligeramente mayores.

Esto también sucede en humanos. Ese mismo año, el Gobierno sueco se dio a la tarea de estudiar una comunidad rural del norte de ese país y halló que los papás que, en su adolescencia, tuvieron una dieta baja en proteínas y frutas, y alta en grasa y azúcares, tenían hijos con más riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

“Los niños pueden heredar esas características aun cuando nunca hayan tenido una interacción física con su padre. Va más allá del ejemplo que ellos vean. Esto da más indicios de cómo funciona la evolución”, señaló en un comunicado de prensa Oliver Rando, coordinador del análisis.

Fuera del ADN. Otro de los estudios, publicado en octubre pasado en la revista Science , demostró que la herencia no está determinada solamente por el ADN, sino también por factores externos.

Según la Universidad de McGill en Canadá, en la herencia también tienen un papel vital unas proteínas llamadas histonas, que forman parte del contenido de los espermatozoides transmitidos en la fertilización.

Los científicos alteraron la información bioquímica de las histonas en el esperma de ratones y, como resultado, sus hijos tuvieron más defectos congénitos. Además, vieron que las secuelas llegaban hasta los “nietos”.

Finalmente, los investigadores de todos los estudios citados, llegan a una misma conclusión: no importa si usted no quiere ser padre ya, pero si en sus planes está serlo algún día, cuide su salud desde este momento.

“Esto levanta una alerta al estilo de vida, especialmente en torno a la dieta, antes de la concepción. La forma en que comemos y nuestro nivel de actividad física antes de que el bebé se conciba puede ser importante para el bienestar y el desarrollo futuro de nuestros hijos”, aseguró Soetkin Versteyhe, autor principal de la investigación noruega.

Irene Rodríguez

Irene Rodríguez

Periodista de Ciencia y Salud. Trabaja en La Nación desde 2009 y en periodismo desde 2004. Graduada de Comunicación Colectiva en la Universidad de Costa Rica, donde egresó de la maestría en Salud Pública. Premio Nacional de Periodismo Científico 2013-2014. Premio Health Systems Global 2018. Becada del Fondo Global de Periodismo en Salud 2021.

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