Rastrear enfermedades que no han llegado a Costa Rica pero que están en países vecinos y han generado alertas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es la meta de un grupo de virólogos del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa). Los especialistas trabajan tanto con virus recientes, como el Oropouche, como con algunos que llevan décadas en otros países y no han ingresado, como la fiebre amarilla.
Mauricio González Elizondo, responsable del Laboratorio de Arbovirus (virus transmitidos por artrópodos) del Centro Nacional de Referencia de Virología del Inciensa, explicó que la gran sombrilla de vigilancia nacional en arbovirus es el dengue, esta enfermedad es prevalente en nuestro país desde 1993, y su seguimiento implica identificar los tipos de virus más frecuentes.
Sin embargo, ¿qué pasa con todas esas muestras sospechosas de dengue que dan negativo? ¿Podría ser otra enfermedad que todavía no se haya reportado en el país? La respuesta es un sí rotundo, y por eso se analiza más allá, en busca de lo que todavía no se ha diagnosticado en Costa Rica.
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De esta forma puede obtenerse una detección rápida del patógeno y tomar medidas de salud pública. “El fin de mantener un sistema de vigilancia es poder ejecutar acciones que permitan disminuir los casos y que no se saturen los servicios de salud”, resumió González.
Descartar un virus para determinar cuál es
De acuerdo con González, existen síntomas que responden a varias enfermedades y que los médicos pueden confundir con dengue u otras. Por esto es necesario tomar pruebas a una porción de los casos sospechosos para determinar otros males.
Entonces se toma una porción de las pruebas de pacientes sospechosos de dengue que llegaron a laboratorios públicos y privados de todo el país. Una muestra de sangre del individuo se deja coagular, se centrifuga y de ahí se extrae el suero, que es el líquido que queda en la superficie.
Ese suero se envía al Inciensa, donde los científicos extraen el material genético de ARN y a ese extracto se le realiza una prueba de PCR, que puede determinar la presencia de tres virus: dengue, zika y chikunguña.
Si este examen da negativo, se analizan los síntomas reportados en la boleta y se hacen pruebas para otros patógenos que coincidan con la sintomatología.
El Inciensa solicita que las muestras se tomen en los primeros cinco días de síntomas, para hacer más certera la detección.
Las muestras que dan negativas por dengue entonces son sometidas a pruebas de otros virus. Algunos ya se han manifestado en Costa Rica, como el zika o la chikunguña; otros, como Oropouche, fiebre amarilla, Virus del Nilo Occidental o Mayaro, todavía no. De esta forma, han logrado determinar que ninguna de estas últimas enfermedades ha sido confirmada.
En 2016, sucedió con zika. Las muestras negativas por dengue se testeaban por zika, poco a poco comenzaron a salir positivas, y provenían de personas que habían estado fuera de país en un lugar con zika.
Sin embargo, también podría suceder que se viera un virus nuevo en alguien que no tuviera historia de viaje a un país con la enfermedad. Si viajó a otro lugar, podría ser indicativo de que dicho país tiene el virus y no se sabía, o también (y esto sucedería si el paciente no viajó del todo) de que en Costa Rica esté de forma autóctona y no se supiera. Este tipo de detección permitiría tomar medidas más agresivas.
“Supongamos que viene alguien de Brasil. Viene enfermo, pero no consulta porque no se siente tan mal. Digamos que traía Oropouche. Como no consultó, no lo supimos. Pero si esta persona visitó un lugar donde está el vector, jejenes o purrujas, y ese vector lo pica va a tener el virus. Y si ese vector pica a alguien más podría comenzar la propagación”, explicó.
Cuando se detecta un positivo, comienza una investigación del caso, para saber dónde estuvo, cuántos días, en qué lugares, y determinar dónde podría estar la circulación viral.
¿Hay virus que no logran detectarse?
Hay virus que dan negativo a todas las pruebas. Esto no quiere decir que la persona tenga un mal desconocido. Bien puede ser que sea un virus del que no hay vigilancia, o que los síntomas de la persona respondan a otro tipo de infección, como una bacteria o parásito.
“No podemos olvidar que hay otras enfermedades producidas por otros patógenos que pueden tener los mismos síntomas. Las muestras negativas por arbovirus se buscan para ver de qué tratan las enfermedades por las cuales consultan los pacientes”, expresó González.