Son componentes vitales para tener una buena salud y, por eso, ahora es obligatorio informar de sus contenidos en el etiquetado nutricional. Hablamos de la vitamina A, el fósforo, el hierro, el cobre y el magnesio.
Muchos productos que se consiguen en el mercado ya contenían esta información en su etiqueta, pero ahora se busca que las personas lo tengan más “a mano”.
Además, para estos nutrientes se establecieron valores mínimos y máximos que deben contemplar las etiquetas.
La Codex Alimentarius , organismo de Naciones Unidas encargado de elaborar lineamientos de contenido alimentario para preservar la nutrición, dio a conocer las nuevas normas la semana pasada, durante su reunión anual.
“Una falta de vitaminas y minerales puede tener serias consecuencias en la salud de las personas. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina A puede causar problemas en la vista, de sufrir enfermedades infecciosas y de morir por ellas”, destaca el documento.
Alimentos como huevos, leche, hígado, las hierbas verdes y los vegetales rojos y amarillos contienen esta vitamina.
La directriz indica que por cada 100 calorías debe haber entre 75 y 180 unidades de retinol –forma más común de la vitamina A–.
“Un faltante en hierro –una de las deficiencias más comunes en el mundo– puede causar anemia, lo que impide al cuerpo recibir la cantidad de oxígeno necesaria. Puede traer complicaciones en el embarazo o problemas de crecimiento en los niños”, destacó el texto del reporte.
Los mariscos, los pescados, los cereales integrales y la yema del huevo, entre otros, son ricos en este mineral.
El documento indica que los alimentos deben tener entre uno y dos miligramos de hierro por cada 100 calorías.
Otros nutrientes. Una falta de fósforo, especialmente en los niños, afectará su crecimiento.
Este mineral está presente en alimentos como quesos, huevos, carnes y yogur, entre otros.
Las cantidades deben ser de al menos 25 miligramos por cada 100 calorías.
Por su parte, si no tenemos suficiente magnesio, nuestro sistema inmunitario se verá deprimido, así como el funcionamiento del corazón, la circulación sanguínea y la formación de nervios y músculos.
Este mineral se encuentra en frutas, verduras, nueces y productos de soya. Las recomendaciones son de al menos cinco miligramos por cada 100 calorías.
Finalmente, el cobre se encarga de la formación de la hemoglobina, y es fundamental para el desarrollo de huesos, tendones, el tejido conectivo y del sistema vascular.
Lo podemos encontrar en carnes rojas y nueces. Los lineamientos para este nutriente son de al menos 35 unidades por cada 100 calorías, niveles que los especialistas aseguran, son vitales para una salud integral. Esto es algo que usted, como consumidor, debería tomar en cuenta.