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Cada vez más extranjeros con esclerosis múltiple vienen al país y pagan hasta $10.500 (más de ¢5 millones) para someterse a un controversial tratamiento que ofrece mejorar su calidad de vida.
Los médicos que aplican dicho procedimiento en la Clínica Bíblica afirman que este no es una cura de la enfermedad, sino una herramienta para combatir la estrechez en las venas del cuello, común en estos pacientes.
Pero algunos neurólogos sostienen que el tratamiento es riesgoso, debido a la falta de evidencia científica en el mundo sobre sus beneficios para personas con esta enfermedad.
La esclerosis múltiple es un trastorno neurológico de origen desconocido que puede causar pérdida de la visión, inmovilización de parte del cuerpo, problemas para hablar y fatiga.
Aún no hay cura para este mal, solo medicamentos (no del todo eficaces) para contrarrestar sus síntomas. Debido a ello, científicos buscan nuevas terapias y algunos pacientes se someten a ellas, aunque su eficacia no esté comprobada.
Esto es lo que sucede con el llamado “tratamiento de liberación”. Esta terapia ofrece mejorar el flujo de sangre del cerebro al corazón y se aplica para tratar insuficiencias venosas.
Consiste en introducir un catéter por la ingle y llevarlo hasta las venas del cuello para ensanchar las porciones angostas de estas. Así, la sangre fluye mejor al corazón.
El tratamiento se ofrece en la Clínica Bíblica como parte de su servicio de turismo médico, aunque el Ministerio de Salud asegura que no debería aplicarse en pacientes con esclerosis múltiple.
“Los médicos que hacen esto son cirujanos muy calificados y saben lo que hacen, pero no hay pruebas de que esto sirva para esclerosis múltiple”, dijo María Luisa Ávila, ministra de Salud.
Quienes aplican la técnica afirman que, aunque se tratan problemas en las venas, los pacientes con esclerosis sí ven mejorías.
“Hemos visto mejoras en un 90% de los pacientes. Es una hipótesis todavía, pero personas que antes tenían problemas de movilidad o equilibrio ahora llevan una vida más normal”, dijo Marcial Fallas, cirujano que aplica esta técnica en Costa Rica.
En nuestro país, la técnica se aplica desde junio de este año y ya se han tratado 70 pacientes; la mayoría de Canadá y Estados Unidos.
Los interesados establecen contacto en páginas de Internet como http://passportmedical.com. Además, hay un grupo en la red social Facebook en el que personas que vinieron o piensan venir aquí por la terapia comparten experiencias.
“El paciente sabe muy bien que este procedimiento no cura esclerosis múltiple. Yo soy cirujano vascular periférico y trato problemas circulatorios comunes en la esclerosis. Es más, si un paciente de esta enfermedad no tiene este problema, no le podemos hacer el tratamiento”, explicó el médico Marcial Fallas.
La “terapia de liberación” se basa en una hipótesis del médico italiano Paolo Zamboni, según la cual las personas con esclerosis múltiple tienen una condición conocida como insuficiencia crónica venosa cerebroespinal (CCSVI, por sus siglas en inglés).
Para Zamboni, estos pacientes tienen partes angostas en sus venas que impiden la circulación entre cerebro y corazón y esto desencadena síntomas de esclerosis.
Zamboni basa su hipótesis en un estudio hecho en el 2007 con 65 pacientes y 20 personas sanas publicado en el
El informe señala que el 100% de los pacientes con esclerosis tenía CCSVI y que el tratamiento de liberación funcionó en todos ellos.
Investigadores médicos repitieron la técnica de Zamboni y no hallaron diferencia en las venas de personas sanas y de personas con esclerosis. Los resultados se publicaron en las revistas
La Asociación Americana de Neurología no recomienda la técnica, a no ser que sea en investigaciones controladas. Expertos desalientan la terapia por considerarla invasiva y potencialmente dañina.
Los promotores locales de la CCSVI se defienden diciendo que cada paciente llena un consentimiento informado en que explica la situación de la terapia y sus posibles riesgos, como infecciones.
Sin embargo, neurólogos costarricenses afirman que el país no debería ofrecer esta técnica a personas con esclerosis múltiple.
“No hay suficientes pruebas todavía. El tiempo demostrará si la hipótesis es cierta, pero no le aconsejaría a un paciente hacerse este tratamiento ya”, dijo Alexánder Parajeles, neurólogo representante del país ante la Sociedad Latinoamericana de Investigación de la Esclerosis Múltiple.
Para otros expertos, falta intervención de autoridades de salud.
“Esto es un peligro, no hay base científica. Los estudios dan cuenta de la muerte de un paciente y de problemas serios en otro. Esto es bajarle categoría a la medicina tica, son terapias sin pies ni cabeza”, manifestó el neurólogo Marvin Heyden.
Sin embargo, la Ministra de Salud afirma que no tiene la potestad para frenar esta terapia.
“No podemos evitar esto. No se necesita permiso del Ministerio, quien regula la práctica médica es el Colegio de Médicos”, aseguró.
No obstante, el Colegio de Médicos desconocía que se realizaba esta técnica aquí.
“El problema es que esta terapia no está aprobada para esclerosis múltiple. No puede ofrecerse. O se hace investigación, que en el país no está permitida, o se dan terapias aprobadas”, manifestó Roulan Jiménez, presidente del Colegio de Médicos.
Ávila y Jiménez coinciden en que esta terapia podría investigarse en el país cuando se establezcan nuevamente protocolos de investigación (actualmente frenados por la Sala Constitucional).