Un tumor que cubría casi la mitad de su lengua y los ganglios linfáticos impedía que un estadounidense de 63 años hablara y comiera con normalidad.
Sin embargo, una microcirugía hecha por especialistas costarricenses logró reconstruirle la lengua completamente, utilizando la piel y los vasos capilares del antebrazo. Ello permite que hoy, dos meses después, ya pueda comer sólidos y comenzar la terapia de lenguaje.
“Removimos todo el tumor y parte del tejido sano inmediato para evitar que el cáncer se expandiera. Luego tomamos tejidos del antebrazo del paciente y los unimos a la lengua a través de microcirugía”, explicó Josías Juantá, cirujano oncólogo encargado de la operación.
“El antebrazo puede reconstruirse después con injertos de otra parte del cuerpo, como los muslos”, añadió.
El procedimiento fue realizado en el Hospital Clínica Bíblica; sin embargo, Juantá ha hecho cirugías similares en el Hospital San Juan de Dios . Otros hospitales, como el México y el Calderón Guardia, también aplican esta técnica.
Tecnología. La duración de la cirugía depende del tipo de tumor y de su tamaño, pero puede variar entre unas siete y 12 horas. En otro tipo de tumores puede extenderse a 20 horas.
En el caso de este procedimiento en particular, la duración fue de ocho horas, con la participación de cuatro especialistas médicos y seis trabajadores de equipo de sala.
Según explicó Juantá, se utilizan la piel, las arterias, venas y vasos capilares del antebrazo porque esta es la zona del cuerpo que mejor puede adaptarse a las condiciones de la lengua, y darle una mejor reconstrucción y movilidad.
Los tejidos extraídos del brazo se ponen en un molde y se les da forma. Después se colocan donde estaba el tumor y se “unen” los vasos sanguíneos con microcirugía.
“Es una microcirugía de mucha complejidad y en la que tenemos que usar lupas y microscopios muy específicos para trabajar a niveles muy pequeños. Muchas veces tenemos que trasladar arterias y venas, y para amalgamar esas arterias y venas pequeñas y delgadas, necesitamos ese tipo de lupas”, manifestó el especialista.
La ventaja de este tipo de procedimientos es que se pueden reconstruir piel, músculos, hueso y arterias o venas de menos de un milímetro de grosor.
Además de la reconstrucción de partes en las que se extirpó un tumor sólido, este tipo de microcirugía puede ayudar a personas que hayan perdido alguna parte de tejido o nervios luego de una enfermedad o golpe, con lo que víctimas de accidentes pueden beneficiarse.
Recuperación. El tiempo de recuperación varía según el paciente y el tipo de reconstrucción a la que fue sometida.
Sin embargo, un par de meses después ya pueden estar haciendo vida normal.
“El paciente tenía mucho tiempo de tener dieta blanda. Recuerdo que lo que me dijo cuando comenzó a recuperarse era que iba a irse de crucero y comer toda la carne que pudiera. Ahora debe continuar con su terapia de lenguaje y ser responsable para llevar una vida normal”, comentó el especialista.
El médico indicó que muchos pacientes que tienen cáncer deben continuar con su quimioterapia o radioterapia posterior a la extirpación, para así controlar el desarrollo de la enfermedad.
“Con esto no solo extirpamos el tumor, le damos calidad de vida al paciente”, dijo el cirujano.