Subvariantes de ómicron potencialmente más contagiosas y con mayor capacidad de evadir anticuerpos, gran desigualdad en el acceso a vacunas, escasez de tratamientos específicos y síntomas que duran meses, aunque menos hospitalizaciones y muertes. Este es, en resumen, el panorama de la pandemia de covid-19 a mediados de 2022.
En Estados Unidos y Europa, por ejemplo, ya sublinajes de esa variante del virus SARS CoV-2 (causante de la enfermedad) como los BA.4 y BA.5 se convirtieron en los principales, mientras que en India se detectó el conocido como BA.2.75, que está en investigación. En Costa Rica, el primero de esos tres está presente desde mayo y según la vigilancia genómica, va en aumento.
“Globalmente, los casos reportados de covid-19 han aumentado un 30% en las últimas dos semanas. En la última semana, cuatro de las seis regiones del mundo han visto incrementos”, dijo este martes en conferencia de prensa Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Los cuatro retos
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El jerarca enumeró los retos en cuatro principales y sus consecuentes recomendaciones:
1- Diagnóstico. El número de condiciones en las que se hacen pruebas diagnósticas se ha reducido en muchos países. En otros, son menos las personas que buscan hacerse el examen. “Esto oscurece la fotografía real de un virus que sigue evolucionando y no deja ver la magnitud real de la covid-19″, subrayó el dirigente. Además, esto quiere decir que los medicamentos en algunas ocasiones no se dan lo suficientemente temprano como para prevenir enfermedad seria o muerte.
Costa Rica no escapa de esta realidad. El hackeo a las plataformas informáticas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) redujo su capacidad de producir la información para notificar al Ministerio de Salud sobre esta y otras enfermedades de declaración obligatoria. Desde el 8 de junio, se prioriza la toma de muestras a pacientes con condiciones de mayor riesgo. Los demás se toman como casos probables y no se les hace prueba, lo que dificulta ver la realidad del virus.
Este martes, el Ministerio de Salud dio los primeros datos desde finales de mayo, según los cuales en junio se alcanzaron 65.241 casos positivos y 108 fallecidos por complicaciones asociadas con el virus. Se indicó que las hospitalizaciones habían subido mas no así en cuidados intensivos, pero no se brindaron los números exactos. Las cifras provienen de los datos de laboratorios privados, de las pruebas que la CCSS sí hace a personas específicas y de los reportes por nexo epidemiológico (personas que conviven con un positivo por laboratorio y comienzan con síntomas).
La OMS pide a los países ponerle más atención al diagnóstico porque así es como se determinarán nuevas variantes y su impacto en la salud de la población.
2- Tratamientos. En la mayoría de los países, los nuevos tratamientos, especialmente los antivirales orales como Paxlovid y Monulpiravir, no están disponibles para todas las personas que los necesitan. Adhanom Ghebreyesus pidió a las farmacéuticas compartir conocimientos con naciones más pobres, pues si se esperan a genéricos estos podrían comenzar a producirse como muy temprano en 2023, lo que le restaría oportunidades a pacientes con factores de riesgo en sus primeros días de síntomas.
En Costa Rica, ambos fármacos tienen autorización de uso por parte del Ministerio de Salud, pero aún no se distribuyen.
3- Vacunas. Conforme el virus SARS-CoV-2 evoluciona, las vacunas, aunque todavía protegen contra enfermedad seria y muerte, no evitan que bajen los anticuerpos. Esa inmunidad decreciente confirma la necesidad de más dosis, especialmente para quienes están en mayor riesgo de complicaciones. Esto incluye a los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, las personas con problemas inmunitarios y los trabajadores de salud. Ellos deberían estar en primera fila para recibir refuerzos. Sin embargo, la distribución sigue siendo muy dispar y hay poblaciones en las que ni siquiera se llega al 40% con dos dosis.
La OMS pide a las farmacéuticas y países donar dosis. Además, solicita a los científicos concentrarse en la futura generación de vacunas para alcanzar una mayor protección.
4- Covid prolongada. También llamada covid persistente o long covid, en inglés. Se presenta en quienes manifiestan síntomas de la enfermedad durante al menos ocho semanas. “Cada ola del virus deja a más personas con covid prolongada o condición poscovid. Esto obviamente impacta en los individuos y en sus familias, pero también pone un peso extra en los sistemas de salud, la economía y la sociedad como un todo”, expuso Adhanom Ghebreyesus.
Las autoridades piden a la población tomar las medidas personales ya conocidas: usar mascarilla en sitios cerrados y de manera correcta, mejorar la ventilación, mantener el lavado de manos y evitar salir cuando se tienen síntomas.
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