Desde su trabajo en laboratorio, el doctor en Microbiología Esteban Chaves Olarte ha ayudado a la mejor comprensión y tratamiento de enfermedades infecciosas que afectan a seres humanos y al ganado. La mañana de este lunes su esfuerzo fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencia Clodomiro Picado Twight 2021. Este es el máximo galardón que el Estado costarricense otorga a una persona por su aporte al desarrollo científico.
Gracias a sus pesquisas, se ha logrado un mejor entendimiento de la brucelosis, una enfermedad causada por la bacteria Brucella abortus. Este mal afecta el ganado y, en los animales que la padecen, reduce la producción de leche, propicia abortos en las hembras y retención de placenta, así como subfertilidad y esterilidad en vacas.
Gracias a su contribución también se entendieron mecanismos mediante los cuales esta bacteria evade al sistema inmunitario para colonizar las células y así provocar la enfermedad. También participó en la generación de una solución contra esta bacteria. Este fármaco se basa en una proteína –que hace que una medusa brille en la oscuridad– como marcador para saber si una vaca está vacunada contra la brucelosis.
También se ha destacado como uno de los mayores exponentes en la investigación de la Clostridium difficile. Esta bacteria causa diarreas en pacientes que al tomar antibióticos quedan más expuestos a infecciones. Brotes de esta bacteria han causado complicaciones y muertes en diferentes hospitales en los últimos años. Por estas últimas investigaciones Chaves recibió el premio TWAS/CONICIT para científicos jóvenes en el 2001.
Sus pesquisas se han enfocado en entender cómo las toxinas generadas por esta bacteria “envenenan” las células humanas.
Chaves, quien es catedrático de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), también ha colaborado con diversos grupos de investigación para abordar contribuciones en el envenenamiento ofídico (producto de mordeduras de serpientes), así como ha liderado esfuerzos de cooperación científica en la región para la atención de enfermedades tropicales.
“Uno es el producto colectivo del esfuerzo de gran cantidad de gente”, resumió el ganador al recibir su premio y agradecer a su familia y a cada una de las personas con las que ha trabajado.
“Viene a premiar a todo un grupo de personas que ha estado trabajando en ambas líneas de investigación y esto me ha permitido a mí haber estudiado y dado aportes primero desde Clostridium difficile, luego desde brucelosis y regresar a la clostridium. Esto es posible gracias al trabajo en equipo”, añadió.
Aportes
El acta del jurado reconoce “sus aportes científicos originales en el campo de la bacteriología médica y veterinaria”. También reconoce las labores para desarrollar laboratorios en las universidades públicas, la cantidad y calidad de publicaciones y el apoyo al desarrollo de la ciencias en las universidades públicas de Centroamérica.
Su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional. Su doctorado fue en el Instituto Karolinska de Suecia, instituto que se encarga de otorgar el premio Nobel de Medicina o Fisiología. De sus labores se han producido decenas de publicaciones en revistas científicas de prestigio.
“Es un reconocimiento a la trayectoria de muchos años de esfuerzo para generar ciencia y tecnología de calidad en nuestro país. Autóctona y sin desmayar a pesar de las dificultades“, manifestó Paola Vega Castillo, ministra de Ciencia y Tecnología.
Y añadió: “estas contribuciones en microbiología y salud pública han marcado una diferencia”.
Edgardo Moreno Robles, quien fuera profesor de Chaves se refirió al trabajo de su pupilo: “Lo conozco como estudiante, como científico, como profesor, como colega, como compañero de viaje y como amigo. Los trabajos de Esteban son clásicos de referencia en quienes estudian uno de estos temas”.
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