El movimiento de los bebés dentro del vientre materno es vital para la formación, desarrollo y consolidación de huesos, cartílagos y articulaciones.
Estas son las conclusiones de un estudio de la Escuela de Ciencias Naturales del Trinity College de Dublín, Irlanda. El documento fue publicado este lunes en la revista Development.
Los científicos encontraron que hay interacciones moleculares claves que son estimuladas mediante movimientos y estos últimos guían a las células y tejidos del embrión a construir un esqueleto fuerte y maleable a la vez.
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Si el feto no se mueve, se pueden 'perder' estas conexiones y esto podría desarrollar huesos más débiles o articulaciones anormales.
Según la investigación, desde el desarrollo embrionario temprano, las células del feto reciben señales biológicas que las llevan a contribuir con el desarrollo de los diferentes tipos de tejido, en los distintos lugares del cuerpo de un mamífero.
Por ejemplo, los huesos deben ser de un material fuerte para que puedan soportar el peso del cuerpo, pero nuestras articulaciones (como las de los codos o las rodillas) deben tener la flexibilidad para moverse.
Por estos motivos, nuestras articulaciones tienen cartílagos y lubricación que les permiten esa libertad de movimiento. Las células del feto reciben entonces "la orden" de formar hueso o cartílago, dependiendo del lugar donde se encuentren, y en este proceso, el movimiento juega un papel clave.
"Nuestros descubrimientos muestran que ante la ausencia de movimiento embrionario, las células encargadas de formar, por ejemplo, los cartílagos de las articulaciones recibirían señales moleculares incorrectas, pues un tipo de señal se 'perdería' y más bien recibirían otras que son 'inapropiadas'. En pocas palabras, las células recibirían una señal que dice 'construya un cartílago aquí' en lugar de una que diga 'construya un hueso aquí'", señaló en conferencia de prensa Paula Murphy, coautora del estudio.
Estudio a detalle
En la primera parte de la investigación, los científicos tomaron embriones de ratones y de cuilos y alteraron el movimiento dentro del vientre materno. Allí vieron que si el movimiento es reducido las células de las articulaciones no se forman de manera correcta, y en algunos casos ni siquiera se formaba del todo.
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En una siguiente fase vieron el desarrollo sano del embrión y notaron que bajo movimientos normales tanto los huesos como los cartílagos se desarrollaban sin problemas.
El próximo paso consiste en ver cuáles son las señales que les dan a la células para construir un cartílago lo suficientemente estable que contribuya a la formación de una articulación sana.
Los científicos indican que para ello, desde el laboratorio (sin utilizar animales, solo modelos celulares), expondrán a células a diferentes combinaciones de señales biofísicas para encontrar "la receta" a una articulación saludable.
Esto podrá llevarles a conocer cuáles son los movimientos necesarios dentro del vientre materno. En un futuro esto podrá llevar a los médicos a diagnosticar problemas de cartílagos desde la gestación y pensar en posibles tratamientos para cuando el bebé nazca.
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