Una mujer ciega durante nueve años recuperó la vista tras una operación en la que se removió uno de sus colmillos, al que se le hizo un agujero para insertarle un lente plástico que después fue colocado en el ojo.
El procedimiento nació en Italia hace tres años, pero es la primera vez que esta técnica, conocida como Osteo-Odonto-Queratoprótesis Modificada, se aplica en Norteamérica. Sin embargo, este procedimiento ya ha sido aplicado en países como Colombia, Chile, Argentina, Bélgica y Alemania.
La estadounidense Sharon Thorthon perdió la vista en el 2000 tras sufrir el síndrome Stevens-Johnson, enfermedad que destruye las células en la superficie del ojo.
“Estoy esperando ver a mis siete nietos más pequeños por primera vez. Es una ilusión grande”, expresó en conferencia de prensa.
La técnica. La cirugía se realizó en el Instituto de Ojos Bascom Palmer, de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami. El procedimiento se inició con el dentista cirujano Yoh Sawatari, quien extrajo el diente, le hizo un agujero e insertó un lente acrílico. Posteriormente, colocó el lente debajo de la piel de la clavícula de la paciente por tres meses y después se lo implantó en el ojo.
El proceso toma bastante tiempo. Tras extraer el colmillo, la pieza se pule hasta convertirla en una pequeña tablilla. Luego, se hace un agujero en el diente para colocar allí un cilindro óptico que contiene la lente que alcanza hasta el nivel de la retina y devuelve la visión.
El principio consiste en que el diente se convierte en un conductor que transforma a través del lente la luz para que la persona pueda ver. Sin embargo, esto no sustituye los trasplantes de córnea.
“Para ciertos pacientes cuyo cuerpo rechaza una córnea artificial o trasplantada, este procedimiento es un último recurso que puede devolver la vista casi por completo”, dijo el médico Victor Pérez, cirujano que la operó.
Los médicos agregaron que la paciente puede ver televisión y leer algunas noticias de periódicos, y que su visión va mejorando día a día con la recuperación.
De cuidado. Según afirmó el oftalmólogo costarricense Diego Mena, esta cirugía no garantiza que la recuperación de la vista sea en forma definitiva.
“Este procedimiento tiene una ventaja: como es autólogo, es decir, se realiza con el diente de la misma persona, no hay posibilidades de rechazo. Sin embargo, hay una gran desventaja: en todos los casos se presentan infecciones en el ojo a mediano plazo. En la mayoría de los casos no es un remedio permanente, debido a que el paciente perderá su vista de nuevo eventualmente”, destacó.
Mena comentó que el diente no se integra por completo al ojo, pues quedan espacios que permiten la entrada de bacterias y pueden hacer que la persona pierda la vista nuevamente.
“Es por eso que este procedimiento se realiza solamente cuando la persona ya tiene las córneas completamente desgastadas y los trasplantes no han funcionado”, agregó.