Los hombres representan el 62,6% de los trabajadores del país que pueden pedir licencia para cuidar un enfermo. No obstante, el 78% de licencias que da la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para este fin son para mujeres.
Datos de la Asesoría de Prestaciones en Dinero de la CCSS indican que en 2012 se dieron 2.520 licencias para el cuido de pacientes en fase terminal, y de ellas, 1.961 fueron otorgadas a mujeres.
La misma situación se da con los cursos que ofrece la institución para estos cuidadores pues ellas conforman el 89% de quienes asisten a dichas actividades.
¿Por qué? Para Heileen Díaz, del Programa de Equidad de Género de la CCSS, sucede porque históricamente se le ha dado a la mujer el cuidado de la salud de sus familiares.
Los riesgos. Para los especialistas, el que la mujer asuma esta labor no tiene nada de malo, siempre y cuando el cuidador cuente con apoyo de toda la familia y, además, pueda tener espacios para su recreación.
Asimismo, muchas mujeres asumen este rol cuando todavía tienen hijos pequeños y deben cuidar de ellos también.
Si la persona debe asumir el cuidado de familiares enfermos, hijos y otras responsabilidades hogareñas, tiene mayor riesgo de trastornos depresivos o de ansiedad y de problemas digestivos, entre otros.
También existe el denominado “síndrome del cuidador”, que puede manifestarse con insomnio, fatiga extrema, falta de concentración, depresión y trastornos digestivos.
Los expertos recalcan la importancia de que el cuidador tome su espacio para hacer sus actividades favoritas, porque de lo contrario no podría dar buenos cuidados.
Para quienes asumen este rol, la CCSS tiene un curso especial el próximo 22 de agosto. El requisito es estar asegurado y al cuidado de un familiar enfermo o adulto mayor.