Los Ángeles. Dpa y AP La decisión de una mujer que ya tenía seis hijos de dar a luz a octillizos, tras una fertilización asistida, ha suscitado fuertes críticas en Estados Unidos.
La madre de los niños, que nacieron en California el lunes pasado, tiene de 33 años y, según afirmaron los especialistas médicos, hizo peligrar su propia vida y la de sus futuros hijos con una cifra tan alta de embriones.
“Cualquier experto en fertilidad se mostraría de acuerdo con que transferir tantos embriones denota una falta de responsabilidad y de ética”, afirmó Sara Rosenthal, dedicada a la Bioética en la Universidad de Kentucky.
“Es un procedimiento escandaloso y no debería haber ocurrido”, agregó Rosenthal.
Según afirmaron los médicos, a la madre, Nadya Suleman, se le habían explicado los riesgos que conllevaba ese embarazo y planteado la posibilidad de someterse a una reducción embrionaria, pero ella se había declarado en contra de abortar alguno de los embriones.
Las disposiciones de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva no permiten que a las pacientes con menos de 35 años de edad les sean implantados más de dos embriones.
“Un embarazo hipermúltiple implica para la madre un alto riesgo respiratorio, triplica las posibilidades de desarrollar diabetes gestacional e hipertensión, y con prematuridad garantizada para los bebés”, comentó la doctora Karen Maples, del Hospital Kaiser Permanente en el sur de California.
Fue en ese centro médico donde nacieron, tras 30 semanas de gestación, los seis niños y las dos niñas, y, aunque los ocho se encuentran bien de salud, están expuestos, como todos los niños prematuros, a padecer secuelas como consecuencia de su inmadurez.
Familia concebida in vitro. Ángela Suleman, la abuela de los niños, dijo que su hija siempre tuvo problemas para concebir y fue sometida a un tratamiento de fertilización in vitro porque su trompas de Falopio están ligadas.
Eso fue hace ocho años y, desde entonces, la mujer ha tenido 14 hijos. “Todos los niños fueron concebidos haciendo uso del esperma del mismo donante”, dijo la abuela, que no precisó en qué clínica se había realizado el tratamiento.
De hecho, tras tener mellizos hace dos años y como le habían quedado algunos embriones congelados, Suleman decidió volver a someterse a una inseminación: “Nadya no quiso que los embriones fueran destruidos. En total, soñaba con tener 12 niños”, agregó la abuela.