El doctor Ariel Pérez ofrece en el país sus servicios como especialista en fertilidad desde el año 2002. Inició su labor viajando con una pareja de costarricenses a Panamá, donde alquiló un laboratorio y les realizó una fecundación in vitro. Luego, acompañó a dos parejas más y así sucesivamente.
Hoy, él es líder del proyecto Clínica Fecundar. Este tiene una sede en Costa Rica –en el Hospital Cima–, y otra en Panamá. En sus clínicas, atiende unos 35 pacientes al día y hace unas 14 fecundaciones in vitro cada mes.
Pérez está muy orgulloso de que el 60% de sus pacientes logren tener hijos gracias a la aplicación de alguno de los tratamientos de reproducción asistida. Admite, sin embargo, que hay ocasiones especiales donde ha tenido que modificar los protocolos normales para lograrlo.
La razón que le permite ejercer aquí y en Panamá es que está inscrito como médico en ambos países. Este es un extracto de una conversación con él:
¿Cuántos pacientes costarricenses se practican una fecundación in vitro al mes?
Del total de 14 que atiendo por mes, al menos unos nueve son costarricenses. Del resto, la mayoría son norteamericanos. Aquí lo que hacemos es inducir los ovarios y ya cuando vamos a hacer el implante de la fecundación in vitro que es la parte que no se puede hacer legalmente aquí, se van para Panamá.
¿Cuál es el perfil de esos pacientes?
Son parejas donde la mujer es mayor de 35 años. En este momento la edad promedio de mis pacientes de todos los procedimientos de reproducción asistida –no solo in vitro– ronda los 36 y 37 años. Recientemente, hemos tenido un auge muy importante en mujeres mayores de 40. Solo un 10% de ellas se practican una fecundación in vitro.
¿Cuánto cuesta una fecundación in vitro y las otras técnicas?
En EE.UU. una fecundación in vitro ronda entre los $12.000 y $20.000. Con nosotros el procedimiento de fecundación in vitro ronda los $2.500 por honorarios médicos y laboratorio. Esto no incluye los medicamentos. Estos dependen de la reacción de cada paciente. Eso sumará entre los $1.000 y $1.400 más.
“La inseminación artificial tiene un costo de $250 y la transmisión de gametos o técnica GIF tiene un costo similar a la fecundación in vitro, unos $2.100”.
¿Cuántas parejas que lo consultan logran tener hijos?
Una de cada cuatro logra embarazo en el primer intento y un 60% logra embarazarse después del tercer intento de cualquier técnica. Las que no, las pasamos a un método más efectivo.
¿Cuántos de ellos tuvieron partos múltiples?
Del 70% de los embarazos nació un solo bebé, el 28% son gemelos y un 2% de trillizos.
“(...) En la fecundación in vitro nos ha ayudado que el promedio de transferencia de embriones es de tres. Esto es un poquito más que el promedio mundial que ronda los 2,5 embriones”.
¿Porqué excede el límite recomendado internacionalmente?
Solo en casos muy particulares. Por ejemplo, cuando se tiene un caso de una paciente que se practica la FIV y que no se embaraza en el primer intento, ahí puedes romper los paradigmas y las normas que se tienen preestablecidas.
“Yo he llegado a transferir cinco embriones en casos muy excepcionales. Por ende, tuve un par de casos de cuatrillizos, que son casos muy, muy raros”.
¿Tiene alguna relación el aumento de partos múltiples con la aplicación de estas técnicas?
Mire los porcentajes. La mayoría de los múltiples son gemelos. El nacimiento de trillizos y cuatrillizos usualmente son resultado de otro tipo de técnicas que no son FIV. En esta uno tiene que tener un control muy exacto de los embriones que están dentro del útero.
Para mí, esos partos múltiples son fruto de inseminaciones, que es otra técnica permitida aquí y que yo también practico. Hago entre 35 y 40 inseminaciones mensuales.
Entonces: ¿cuál sería su contribución en el aumento de nacimiento múltiples aquí?
Conozco que hay gente que me atribuye esa responsabilidad a mí. Claramente yo no soy responsable de todos los embarazos múltiples. Tengo algunos, pero no todos (...) Cuando veo las cifras que me muestra me doy cuenta que no, son demasiados los casos. (…) Claro, cuando uno atiende tantos pacientes diariamente (35 parejas por día) es normal que en sus propias estadísticas estos casos inusuales, sean menos inusuales.
¿Cree usted que los padres son conscientes de los riesgos que significa un parto múltiple?
Normalmente los pacientes son personas que ya han pasado mucho tiempo intentando tener un hijo. Ellos saben y uno les explica. La madre incluso firma un consentimiento informado con el esposo como testigo.
(…) Aunque tengan embarazos múltiples, todos se sienten muy felices. Si no me cree pregúnteles si están infelices y cuánto quieren a sus cuatrillizos”.
¿No le parece inapropiado dejar que ellos decidan la cantidad de embriones en una FIV?
Eso ha ido cambiando porque los protocolos han ido cambiando también y la técnica se ha mejorado. Antes, se aceptaba poner hasta seis embriones y así era como se hacía. Ahora es diferente.