Cuando mueran Rafael Ángel Picado Mora, Xiomara Sandí Gómez, Laura Marlene Lizano Ramírez y John Leslie Fern Jones, sus cuerpos no serán llevados a un cementerio o a una urna. En su lugar, la Universidad de Costa Rica (UCR) los tomará para que estudiantes, profesores e investigadores puedan comprender mejor el funcionamiento del organismo humano y puedan entrenar las habilidades que los estudiantes necesitarán a futuro.
Ellos son parte de los cientos de nacionales y residentes que han tomado la decisión de coordinar con el Programa de Donación de Cuerpos (Prodocu-UCR), el único especializado en Centroamérica con estas características y con cinco años de funcionamiento.
“No me arrepiento en nada de esta decisión. Si volviera a nacer, volvería a tomarla. Estamos seguros de que nuestros cuerpos ayudarán a que los estudiantes aprendan y, así, puedan atender mejor a los pacientes. Nuestros cuerpos no estarán solo en un cementerio sin hacer nada, estarán ayudando, y ese será nuestro legado: transmitir el amor al prójimo porque, al final, son los vivos los que necesitan a los médicos bien formados”, resaltaron, en declaraciones a la UCR, Picado y Sandí, quienes son esposos.
Lizano y Fern Jones, también casados, ella venezolana y él estadounidense, son de la misma opinión.
“No tenemos familia en Costa Rica así que nos dijimos: ‘¿qué podemos hacer con nuestros cuerpos al morir?’ Empecé a buscar y finalmente encontré a la UCR. Así que decidimos donar el cuerpo para contribuir con Costa Rica, con la ciencia y con la medicina nacional. Sabemos que nuestros cuerpos serán respetados y esta es la mejor manera de retribuir a una sociedad que nos bendijo al recibirnos”, expresó Lizano.
Quienes donan su cuerpo ayudan a la formación de 150 estudiantes de Medicina cada año y a más de 1.000 jóvenes de Odontología, Psicología y Ciencias del Movimiento Humano. Además, médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) con años de ejercicio profesional, practican en los cuerpos donados a la UCR antes de enfrentar una cirugía de alta complejidad.
Los estudiantes, médicos generales, residentes y especialistas realizan simulaciones cadavéricas o biológicas en los cuerpos donados. Esa preparación les permite entrenar cuanto sea necesario antes de realizar los procedimientos en un paciente vivo. Entonces, con cada tejido y órgano, los futuros profesionales, así como investigadores, pueden obtener el conocimiento y preparación necesaria para, en un futuro, salvar vidas.
“Es por un acto de donación como este que se genera conocimiento y aprendizaje para cientos de profesionales en el área de salud, quienes adquirirán nuevas destrezas y enseñanzas sobre cómo es el cuerpo humano”, destacó William Buján, director de la Escuela de Medicina de la UCR.
Fernando Morales, decano de la Facultad de Medicina, agregó que este acto de generosidad es muy necesario. “Es gracias a la gran generosidad que los estudiantes pueden profundizar en el estudio de la anatomía humana de forma realista y tangible”, destacó.
El proceso de donación
En este momento hay 763 donantes inscritos en el proyecto y en el momento en el que fallezcan, independientemente de la causa y edad, serán parte del aporte a la ciencia en la UCR. Cada año han ingresado al Prodocu-UCR entre 53 y 118 cuerpos. A setiembre de 2023 habían llegado 34.
Sin embargo, este programa, que comenzó en 2018, pasó por varias etapas.
“A partir de 1961, cuando se inaugura la Facultad de Medicina, la UCR albergaba una morgue. La mayoría de los cuerpos eran de pacientes no reclamados en los hospitales, según lo estipulaba la Ley General de Salud. A partir del 2017 esto cambia. La Escuela de Medicina de la UCR empieza a trabajar con la Universidad Autónoma de México (UNAM) y decide seguir los pasos de esta institución de tener programas que velen por el uso ético y digno de esos cuerpos”, narró la médica Jéssica González Fernández, coordinadora del Programa.
A partir de entonces, la cantidad de cuerpos donados se incrementó. Antes del 2014, la cifra de cuerpos entregados a la ciencia iba de los 3 a los 29 cada año. Este número aumentó un poco más entre el 2015 y el 2017, gracias al trabajo del personal docente y administrativo de la UCR, que permitió tener 54 cuerpos para el 2015, 52 en el 2016 y 43 en el 2017.
En la actualidad la cifra es muy diferente y hoy la UCR contabiliza un total de 763 donantes inscritos desde el inicio del programa.
“La educación empezó en lo interno y se extendió a lo externo. Buscamos quitar ese tabú sobre la muerte. Ya hay 370 hombres y 393 mujeres que decidieron donarse. Los rangos de edad van desde los 18 años hasta los 99 años. Los grupos más fuertes son los de 58 a 67 años, con 226 donantes, y de los 68 a los 77, con 205”, detalló González.
¿Cómo donar?
Si está interesado en donar su cuerpo, lo primero que debe saber es que este acto es completamente altruista y no conlleva recompensa monetaria, pero tampoco deberá pagar por participar de la iniciativa.
Debe contactar al Programa de Donación de Cuerpos a los números 8831 2502, 2511 8288 o al correo electrónico prodocu.em@ucr.ac.cr.
También, puede visitar la página web: https://emedic.ucr.ac.cr/dona-tu-cuerpo/, donde encontrará todos los pasos a seguir para que el personal del Prodocu-UCR se contacte directamente con usted y lo guíe con el resto del proceso.
En el momento del fallecimiento, el Prodocu-UCR se hace cargo del traslado del cuerpo desde cualquier punto del territorio nacional y su respectiva gestión.
Un punto importante es que la persona donadora puede cambiar su decisión en cualquier momento antes de fallecer y esta decisión se respetará.