Los casos documentados en el mundo de personas que se han infectado una segunda vez con el virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19, llegaron a 16 este 27 de setiembre.
Un hombre estadounidense entre 60 y 67 años se convirtió en la decimosexta persona en la que se comprueba una segunda infección.
Según explica un manuscrito en el que participaron 14 científicos estadounidenses y que está disponible en la plataforma medrxiv.org, se trata de un hombre que vive en un hogar de larga estancia para adultos mayores en Seattle, estado de Washington y que lleva años de tener problemas respiratorios que le obligan a usar, en ocasiones oxígeno suplementario en su casa.
A inicios de marzo estuvo hospitalizado por una neumonía grave producto de covid-19. Otros síntomas incluían fiebre, escalofríos, tos, dificultad para respirar y dolor de pecho. Fue declarado como recuperado luego de que diera dos pruebas negativas en los días 39 y 41 días de su hospitalización. Después de eso regresó a su vivienda.
Durante varios días estuvo aislado y no recibió visitas. Al tiempo se cambió de residencia e indicó haber estado en contacto con otras personas que allí vivían que estuvieron tosiendo.
Cerca de tres meses después de su primer diagnóstico, el paciente llegó nuevamente a un servicio de Emergencias de un hospital con dificultad respiratoria. Indicó que llevaba dos semanas con tos seca y debilidad. Se le volvió a hacer una prueba diagnóstica del virus causante de la pandemia y dio positivo, ante la duda le realizaron otra cinco días después y volvió a dar positivo.
Fue allí donde se le realizaron pruebas genómicas que analizaron la totalidad de la genética del virus. Se estudiaron tanto el de su diagnóstico en marzo como el de esta segunda infección y se comprobó que la genética era distinta, lo cual prueba que se trata de una infección diferente y no de la misma.
“Si compara con su hospitalización de marzo, el paciente estuvo mucho menos grave en julio, tanto en parámetros fisiológicos, de radiografía como de laboratorio”, citan los científicos en su reporte.
¿Cómo se comprueba que es una reinfección?
La pregunta es clave. La respuesta sencilla es: los análisis genómicos de los virus causantes de una primera y segunda infección muestran características que confirman que en ambos casos se trata de SARS-CoV-2, pero los cambios genéticos son tan grandes que demuestran que fue infectado por variantes distintas, y por ende, en diferentes ocasiones.
“Ha habido varios reportes de posibles reinfecciones, incluso hasta a nivel local (en Costa Rica), sobre todo trabajadores de salud que han dado positivo dos veces, con unos dos o tres meses de diferencia entre una infección y otra. Pero no se hicieron los estudios de genética y podría estar la duda de si es que la persona solo tuvo una infección y, más bien, duró más tiempo excretando el virus”, especificó en una entrevista anterior la doctora en virología costarricense Eugenia Corrales Aguilar.
¿Cuán común es reinfectarse? En 32,9 millones de casos de covid-19 hasta el momento en el mundo solo hay registro oficial de estos 16 casos.
Sin embargo, esto es así porque son los únicos que han realizado análisis detallados del genoma del SARS-Cov.-2 en ambas ocasiones y los han comparado.
Para la viróloga tica esto significa que posiblemente hay más personas que presentan esta situación, pero no muchísimas más: “los reportes de personas que dicen haberse reinfectado serían mucho más frecuentes”, subrayó en aquel entonces.
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¿Qué nos dicen estos 16 casos?
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La primera reinfección documentada se reportó el pasado 24 de agosto en un hombre de Hong Kong.
Ninguna de las 16 personas ha fallecido y ya todas están recuperadas por segunda vez.
La segunda infección ha surgido, en promedio 61 días después que la primera, con intervalo de entre 13 y 123 días.
El 75% de los pacientes tuvo síntomas la primera vez, el 81% los tuvo la segunda. En seis casos (37,5%) el segundo contagio generó síntomas más graves.
Esta velocidad con la que aparecen los nuevos reportes de infección no implica que esta sea más o menos común que antes, si no que ahora los profesionales de la salud y científicos son más conscientes de la posibilidad y por eso se ponen a buscarla.
Hasta el momento, América Latina solo registra un caso documentado de reinfección. Se reportó el 30 de agosto, en un ecuatoriano de 46 años. En mayo, tuvo su primer contagio con síntomas leves: dolor de cabeza, cansancio y fiebre.
El 15 de agosto volvió a salir positivo, esta vez, aunque no requirió hospitalización, tuvo sintomatología más fuerte: fiebre, dolor en el pecho, tos, dolor de garganta y dificultad respiratoria leve.
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¿Por qué algunas personas se infectan por segunda vez?
No hay una sola respuesta; el desarrollo de una enfermedad tiene que ver con la interacción entre el virus y su hospedero (la persona, con sus particularidades de genética, edad, estilo de vida, estado general de salud).
En términos generales, nuestro sistema inmunitario tiene un rol clave. Cada vez que nos enfermamos o nos exponemos a un virus, bacteria, hongo o parásito, nuestro cuerpo genera una forma de reconocerlo posteriormente. A esto se le llama memoria inmunitaria.
Mientras el organismo combatió la infección, generó células de defensa y sustancias llamadas anticuerpos que no mueren con la enfermedad. En algunos padecimientos (por ejemplo, el sarampión), esta inmunidad natural se mantiene de por vida.
En otras enfermedades no es así, y los anticuerpos y células de defensa se mantienen durante cierto periodo y por eso es posible enfermar otra vez (o necesitamos un refuerzo de vacunación cada cierto tiempo, como sucede con el tétanos).
También hay casos, como la influenza, en que el virus muta tanto que nuestro sistema crea defensas, pero al año siguiente el virus que circula es distinto y estamos susceptibles. Por esta razón nos vacunamos contra la influenza cada año.
Y en otros, como los rinovirus (principales causantes del catarro), es que hay tantos (más de 200) que es posible que cada vez que nos resfriemos sea por culpa de una cepa distinta.
Para Corrales Aguilar, esto podría también pasar por otro factor: no todos los anticuerpos que el cuerpo produce neutralizan la acción del virus: “las pruebas, como la ELISA solo determinan el nivel total de anticuerpos que se generan, pero no especifican el nivel que se tiene de los que neutralizan al virus”.
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Así ataca nuestro sistema inmunitario
La forma en la que responden nuestras defensas y el tipo de patógeno son determinantes en saber por cuánto tiempo estaremos protegidos contra la enfermedad.
FUENTE: EUGENIA CORRALES-AGUILAR, VIRÓLOGA; ÁLVARO AVILÉS, INFECTÓLOGO, OMS, CDC. w. s. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
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Lo que sabemos de las reinfecciones
- Sí es posible infectarse una segunda vez.
- En algunos casos no se generan síntomas del todo esa segunda ocasión, en otros son más leves que en la primera, en otros más graves que en la primera.
- Esto dificulta el conseguir la llamada inmunidad rebaño natural, donde quienes ya pasaron por la enfermedad no pueden volver a transmitirla y esto protege a las demás personas susceptibles, o aminora sus probabilidades de contagio.
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Lo que nos falta por saber
Son muchas las preguntas que aún quedan por responderse, el virus sigue siendo muy nuevo.
¿Los casos en los que una reinfección es más grave que la primera son excepciones? ¿Cuán raras son esas excepciones? ¿No hay un patrón que nos diga si será más leve la segunda vez que la primera?
¿Si alguien se reinfecta, puede transmitir el virus, produce suficiente cantidad viral como para infectar a alguien más?
¿Se dará solo una reinfección o nos podremos contagiar más de dos veces?
¿Cómo influirá esto en la duración de la protección de las vacunas? ¿Serán necesarias más dosis?