El mundo (y con él, Costa Rica) ha entrado en una fase diferente de las campañas de vacunación contra la covid-19. Muchas personas ya han pasado por varias dosis, otras muchas por infecciones y una mayoría ha pasado por ambas. Esto coincide con la llegada de refuerzos más actualizados, como la vacuna bivalente, que se aplica en nuestro país desde finales de febrero.
El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE), que asesora a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en temas de campañas de inoculación, fue enfático en que, en estos momentos de la pandemia, con las características epidemiológicas actuales, deberían priorizarse las personas que más van a necesitar de estos refuerzos (cuarta o quinta dosis, según el caso) y, si la condición del país lo permite, ir hacia grupos de menor riesgo.
En Costa Rica no se priorizó por grupos esta vacuna y se ofreció a quien quisiera ir por ella siempre y cuando fueran mayores de 12 años y hubieran transcurrido al menos dos meses desde su tercera o cuarta dosis. Las primeras semanas, los ingresos fueron de 18.000 dosis, lo que hizo que fácilmente, quienes quisieran la inyección no encontraran existencias.
Este anuncio de la OMS se da, además, un día después de que, en nuestro país, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) eliminara la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19 para personas mayores de edad. La inoculación solo se mantiene obligatoria en los funcionarios y trabajadores de la salud que participan en la atención directa a pacientes. Anteriormente lo era para todos los funcionarios públicos.
La priorización recomendada
Hanna Nohynek, presidenta del SAGE, indicó que la recomendación para dirigir los refuerzos de vacuna es dividir a la población en tres grupos de acuerdo con su riesgo de contagio, complicaciones y muerte por el virus pandémico.
Alto riesgo. Esta categoría está compuesta por adultos mayores, adultos jóvenes con problemas crónicos (como diabetes o enfermedades cardíacas), personas con problemas inmunitarios, embarazadas y trabajadores de la salud en primera línea. En este momento, el consejo de SAGE es que estas personas reciban su refuerzo (cuarta o quinta dosis, según el caso) entre 6 y 12 meses después de su última dosis, este lapso dependerá de la condición y estado de salud de la persona. La administración de futuros refuerzos que podrían actualizarse según las variantes que circulen dentro de algún tiempo todavía no está en discusión.
Mediano riesgo. Adultos saludables menores de 60 años, niños y adolescentes con enfermedades crónicas o problemas inmunitarios. Las dosis de refuerzo son seguras en estos grupos de edad y pueden recibirse, pero solo las recomiendan siempre y cuando los países puedan cubrir las necesidades de los otros grupos de mayor riesgo, que son quienes más beneficios van a ver con las vacunas y sus refuerzos.
“El beneficio de estos refuerzos subsiguientes en población sana es marginal cuando se compara con el beneficio que puede tener para la población de alto riesgo”, expuso Nohynek en conferencia de prensa.
La jefa de vacunas de la OMS, Kate O’Brien añadió: “sabemos que algunos países escogerán dar dosis a este grupo en su esquema rutinario. Pueden hacerlo basado en sus prioridades, en la situación epidemiológica de cada país y la situación de salud pública”.
Bajo riesgo. Niños y adolescentes sin problemas crónicos de salud. Las vacunas contra covid-19 son seguras y eficaces en esta población. No obstante, los especialistas del SAGE hacen un llamado a que, en estos grupos de edad, la prioridad sea que se reciban vacunas de los esquemas básicos de otras vacunas: como sarampión, BCG, varicela, tétano y difteria, entre otras. Las de covid-19 sí se recomiendan, pero si un país debe escoger por falta de recursos, deberán priorizarse las otras vacunas, ya que a estas edades se necesita mayor protección contra estas otras enfermedades.
¿Quiénes hicieron estas recomendaciones?
SAGE está integrado por 15 miembros que actúan a título personal y representan una amplia gama de disciplinas y abarcan muchos aspectos de la inmunización y las vacunas. Para la vacuna contra la covid-19 el grupo es de 26 personas.
Los miembros se seleccionan entre expertos reconocidos de todo el mundo en los campos de la Epidemiología, la salud pública, las vacunas, la Pediatría, la Medicina Interna, la Infectología, la Inmunología, la reglamentación farmacéutica, la gestión de programas, la aplicación de vacunas, la administración sanitaria, la economía de la salud y la seguridad de las vacunas.
Los especialistas recalcaron que estas recomendaciones son para el momento actual de la pandemia, con las subvariantes de ómicron que están circulando en la actualidad y la tecnología de vacunas que están presentes. Estas decisiones podrían cambiar si cambiara la situación.
Joachim Hombach, secretario ejecutivo del SAGE, manifestó que sí están enterados de nuevos adelantos de vacunas contra covid-19 que en un futuro podrían ofrecerse y que deberán tenerse en cuenta para decisiones futuras.
“El mundo está buscando mejores vacunas, y creo que hay dos dimensiones en eso. Una de ellas son vacunas que dan mayor protección contra variantes y futuras variantes y otros tipos de coronavirus. La otra son estudios de desarrollo vacunas que bajan la transmisión y se trabaja directamente en las mucosas nasales como puerta de ingreso del virus al cuerpo, por eso tienden a ser vacunas nasales”, afirmó.
“No es una tarea fácil, requiere de mucha investigación”, concluyó.
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