París, Francia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se alarmó por la "seria escasez" de nuevos antibióticos en desarrollo para combatir las bacterias cada vez más resistentes, y llamó a redoblar la inversión ante esta "creciente amenaza" para la salud mundial.
En total, la OMS registró 51 nuevos antibióticos en fase de desarrollo clínico para luchar contra los considerados agentes patógenos prioritaros, así como la tuberculosis y la infección diarreica debida al Clostridium difficile.
Pero únicamente ocho suponen tratamientos "innovadores" capaces de reforzar el "arsenal" existente, indicó en un comunicado.
Además de la tuberculosis resistente, que cada año mata a 250.000 personas en el mundo, la agencia publicó en febrero una lista de 12 familias de "superbacterias" contra las que considera urgente desarrollar nuevos medicamentos, como es el caso de algunas Acinetobacter y enterobacterias como Klebsiella y E.coli.
Algunas de estas familias son causantes de infecciones comunes, por ejemplo la neumonía y las del tracto urinario.
"La resistencia antimicrobiana es una emergencia de salud global", declaró el director general de la OMS, Adhanom Ghebreyesus.
"Hay una necesidad urgente de una mayor inversión en investigación y desarrollo de antibióticos (...) o de lo contrario volveremos al pasado, cuando la gente temía a las infecciones comunes y se jugaba la vida en pequeñas operaciones quirúrgicas", advirtió.
Solo para la tuberculosis, la agencia mundial estimó necesarios más de $800 millones anuales para hallar nuevos medicamentos.
La OMS se alarmó igualmente porque exiten "muy pocas" soluciones orales de antibióticos en desarrollo, que son sin embargo "esenciales para tratar las infecciones fuera de los hospitales".
Las bacterias resistentes a los antibióticos podrían matar hasta 10 millones de personas al año de aquí a 2050, es decir, tantas como el cáncer, según un grupo de expertos internacionales formado en 2014 en Reino Unido.
Presidido por el economista Jim O'Neill, el grupo estima que el fenómeno causa actualmente 700.000 muertes anuales.
La OMS advirtió por otro lado que no sólo son indispensables nuevos antibióticos, sino también la mejora de la prevención de enfermedades y promover el buen uso de los tratamientos existentes y futuros, tanto entre los pacientes, como para los animales y en la agricultura.