“Las políticas de inmunización son decisiones nacionales y los países deben decidir sobre ellas en cada contexto”. Así de enfático fue Ciro Ugarte, director de Atención en Emergencias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) cuando se le consultó la opinión sobre la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19.
En Costa Rica, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), ente que toma las decisiones sobre todas las campañas de inoculación contra cualquier enfermedad en el país, dispuso que la vacunación contra covid-19 es obligatoria para niños y adolescentes entre 5 y 17 años, trabajadores de salud y funcionarios públicos. Las empresas privadas pueden, de forma extensiva, exigirlo a sus trabajadores. Para los demás grupos poblacionales la inoculación siempre ha sido voluntaria y se mantiene así.
La inoculación se hizo obligatoria en empleados estatales el 28 de setiembre y en menores de edad el 5 de noviembre. En febrero pasado, la tercera dosis también se hizo obligatoria en ambas poblaciones.
La Organización recordó que sus recomendaciones no son mandatorias ni vinculantes ni sustituyen las decisiones que las autoridades de salud tomen en cada país.
En el caso de Costa Rica, la Ley Nacional de Vacunación de 2001 establece que esa decisión recae en la CNVE.
La OPS históricamente nunca ha abogado por la vacunación obligatoria contra ninguna enfermedad en ningún país, sino que motiva a crear campañas de convencimiento sobre la eficacia y seguridad de estos productos. No obstante, señala que cada país es soberano y que hay circunstancias en las que los gobiernos sí podrían exigirlas a algunos grupos poblacionales.
“Hay circunstancias específicas en que los gobiernos podrían exigir estos requisitos de las vacunas, por ejemplo, para los trabajadores de la salud o trabajadores de los servicios críticos donde hay alto riesgo de enfermar o de transmitir la enfermedad a las personas que están bajo su cuidado o de ausentarse de trabajar en servicios esenciales para la comunidad”, subrayó Ugarte en conferencia de prensa, la mañana de este miércoles.
Y agregó: “En estos casos es posible que la única decisión correcta sea vacunarse. Y eso debe estar relacionado siempre con la legislación aplicable en la jurisdicción donde se decide la vacunación obligatoria”.
Ugarte también indicó que la obligatoriedad de la vacunación pediátrica contra varias enfermedades lleva décadas de ser obligatoria en varios países, incluido Costa Rica.
“Recordemos que hay países en los que las vacunas pediátricas son obligatorias en el contexto escolar y han tenido un éxito maravilloso en garantizar la cobertura extensa, en reducir las enfermedades y las muertes de muchas enfermedades, e inclusive a eliminar la presencia de ciertas enfermedades”, evidenció.
“Así, las coberturas de las vacunaciones en Costa Rica son de las más altas en toda la región”.
La ministra de Salud, Joselyn Chacón, anunció la tarde de este miércoles que la CNVE se reunirá esta semana “para lograr consensos”.
Durante la conferencia, Ugarte señaló que, en el caso de cualquier vacuna, la OPS y la Organización Mundial de la Salud abogan para que cada persona tome la decisión de vacunarse y con eso protegerse a sí mismo y proteger a quienes están a su alrededor. Tampoco están a favor de que los países pidan comprobante de vacunación a todas las personas extranjeras que ingresan.
“Como sabemos muy bien hay muchos países que lo implementan y muchísimos viajeros que cumplen con esos requisitos de los países”, recalcó.
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Campañas contra desinformación
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Ugarte fue claro en que, en terrenos de tanta desinformación sobre la covid-19 y las vacunas que buscan combatir las complicaciones del virus, son necesarias campañas informativas para que las personas entiendan los beneficios de inocularse.
En el caso nacional, esto podría ayudar a que la vacuna llegue a todas las poblaciones donde esta no es obligatoria, compuesta por mayores de edad que no son funcionarios públicos ni trabajadores de salud.
“Frente a la amplia desinformación sobre la seguridad y efectividad de las vacunas es necesario trabajar en campañas de información para hacer accesible la vacuna para aquellos grupos prioritarios. Hemos visto que es un elemento que en la covid-19 ha reducido dramáticamente las hospitalizaciones y fallecimientos. Ahí está la prueba de la eficacia, de la eficiencia y seguridad de estas vacunas”, expuso.
“Es vital que las personas tengan la formación correcta para que puedan tomar una decisión personal de si se aplican o no la vacuna. Es necesario que cada persona, con respecto a la vacuna de la covid-19, analice la responsabilidad individual de protegerse a sí misma y a su entorno familiar y social versus los requerimientos de la ley”, agregó.
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En colaboración con Costa Rica
Ugarte recordó que, como lo ha hecho hasta el momento con otros temas y campañas de vacunación contra otras enfermedades, la OPS seguirá acompañando a nuestro país.
“Es bueno saber que Costa Rica tiene disponibilidad suficiente de vacunas de covid-19 para toda la población y por suerte la mayor parte de la población comprende los beneficios individuales y colectivos de la vacunación contra la covid-19 y acepta voluntariamente la vacunación y se está vacunando”.
“La OPS a través de nuestro equipo técnico en la oficina en la representación de la OPS en Costa Rica y a nivel de regional continuará apoyando al país como se ha hecho con la participación en la Comisión Nacional de Vacunación para seguir evaluando la situación y proponer los ajustes necesarios de acuerdo con el contexto de la pandemia en el contexto nacional y subnacional”, concluyó.
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Colaboró el periodista Juan Diego Córdoba