Ante el aumento de casos de bebés nacidos con microcefalia (cabezas más pequeñas de lo usual) y otras anomalías congénitas, aparentemente relacionadas con el virus del zika, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió extremar controles en las embarazadas.
Entre las recomendaciones está el solicitar a los médicos monitorear malformaciones en recién nacidos y males neurológicos, aún en mujeres que no registran síntomas del zika.
“Hay pacientes infectadas que podrían no presentar síntomas, pero que al tener el virus, podrían afectar a su hijo”, comentó la viróloga Leticia Linn.
Aunque las investigaciones están en sus fases iniciales, se estima que estas malformaciones se dan durante el primer trimestre de embarazo.
Algunos gobiernos también están pidiendo a esta población no viajar a los 18 países donde está el virus (Brasil, Barbados, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana, Guyana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, San Martin, Surinam y Venezuela).
Costa Rica aún no registra la presencia de este virus , pero las autoridades de salud se mantienen al pendiente.
Incógnita. Desde que el virus se aisló por primera vez en 1947, los brotes de zika no habían registrado anomalías en recién nacidos, hasta ahora, lo que representa un nuevo reto médico.
En ese sentido, Brasil contabiliza 3.530 bebés nacidos con microcefalia desde octubre pasado, todos de madres con zika.
Colombia, por su parte, ya reportó el primer caso con esta malformación y las autoridades de salud están aconsejando a las mujeres embarazarse hasta después de julio, debido a la fase en la que está la enfermedad.
A la alarma de niños con microcefalia –y que posiblemente desarrollen retardo mental–, se le suman 46 brasileños nacidos con otras malformaciones al parecer, asociadas con el zika.
Además, el síndrome Guillaen-Barré –trastorno en el que el cuerpo se ataca a sí mismo– ha registrado un aumento (42 casos en Brasil y 46 en Venezuela). El zika también podría estar implicado.