San José (Redacción). El Ministerio de Salud y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) buscan reducir el consumo de sal en la población costarricense.
El exceso de sal en las comidas es un factor de riesgo para la hipertensión arterial, una de las principales causas de infartos.
Además, el abuso de salud está asociado a otros males como cáncer gástrico, obesidad y males renales.
“En Costa Rica la gente come mucha sal. Estudios del Inciensa han demostrado que se le agregan siete gramos de sal a las comidas todos los días. A esto hay que sumarle la sal que ya contienen la alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que no deben consumirse más de cinco gramos al día, es decir, una cucharadita en todo el día, de lo contrario el riesgo de hipertensión aumenta”, explicó Ana Cecilia Morice, viceministra de Salud.
El plan incluye que la industria reduzca la sal en alimentos como el pan y comidas procesadas o preparadas.
También hay que prestar especial atención a la sal que se le da a los niños.
“A la gente le gusta el sabor que le da la sal a las comidas. Esto es un problema y hay que cambiar hábitos. Los niños no deberían comer más de 3 gramos de sal al día. Es decir, poco más de media cucharadita. Lo mejor es eliminar el salero de la mesa”, comentó Romeo Montoya, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para Costa Rica.
El plan involucra investigación para medir la cantidad de sodio en otros alimentos.
“Es difícil cambiar hábitos, pero da resultados. En Finlandia, por ejemplo, en 20 años el consumo de sal se redujo en un tercio y la muerte por accidentes cerebrovasculares (derrame cerebral) bajó en un 60%”, dijo Gabriela Mercury, directora técnica del Inciensa.