Parecía un regalo de Navidad. El 24 de diciembre de 2020, el país entero vio por televisión y por Internet el momento en el que Elizabeth Castillo Cervantes, de 91 años, recibía la primera vacuna contra covid-19 aplicada en nuestro país. “Estoy muy agradecida con Dios, porque se lo he pedido mucho. Mi vida es muy importante para mí”, dijo en aquel momento esta residente del Hogar de Ancianos Propam, ubicado en La Unión, Cartago.
Después de esa primera dosis vendrían millones más, las que al 20 de diciembre pasado sumaban 7.580.046. De estas, 3.934.813 primeras, 3.444.299 segundas y 200,934 terceras inyecciones colocadas como refuerzo a quienes ya tienen más de seis meses de haber completado su esquema.
Si esta semana se hubiera mantenido el mismo ritmo de vacunación de la anterior, se estaría llegando a esta Nochebuena con 7.679.080 vacunas administradas, un promedio de 21.039 dosis por día.
En este promedio hubo altos y bajos que dependieron del número de dosis recibidas. El primer envío, el 23 de diciembre de 2020, fue de 9.750 dosis, solo un 8,78% de las 111.150 que llegaron la semana pasada.
Las primeras semanas también sirvieron para aprender de la logística de aplicación. Cuando el año comenzó y la campaña llevaba una semana, solo 2.455 personas habían comenzado su esquema; la cifra contrasta con la semana de mayor vacunación, entre el 19 y el 26 de julio, cuando se inmunizó a 381.100 personas, gracias a la donación de 503.100 dosis que hizo el Gobierno estadounidense, la totalidad de esta donación fue aplicada en diez días, entre el 16 y el 26 de julio, cuando 507.092 vacunas llegaron a los brazos de los ticos.
Este aniversario coincide con una época de campañas de refuerzo, en las que más bien tres de cada cinco inyecciones se destinan a reforzar los esquemas ya completados de muchos ticos y uno de cada cinco mayores de 58 años ya contabiliza tres dosis. Al mismo tiempo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) hace esfuerzos para llegar a 339.531 personas mayores de 12 años que no han recibido una sola dosis según sus registros. Esta cifra, sin embargo, podría ser menor, pues no se toma en cuenta los vacunados en el extranjero.
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Herramienta
Esta vacunación, precisamente, es la que nos tiene a las puertas de una Navidad con una baja sensible en casos, hospitalizaciones y decesos que se ha mantenido constante desde octubre y, aunque los casos aumentaron ligeramente en la última semana, aún están en números considerados bajos al compararlos con otros momentos de la pandemia.
“De tener apenas las primeras vacunas aplicadas, pasamos a un porcentaje altísimo de primeras dosis y uno bastante considerable de esquemas completos. Esto ha motivado un descenso abrupto en las hospitalizaciones. Sin vacunas, el pico lo mantuvimos y fue una ola muy larga. En este momento, el descenso es mucho más acelerado y eso es resultado de la vacunación”, resaltó días atrás Ana Cecilia Morice, epidemióloga, exviceministra de salud y consultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Otro efecto es la baja en las hospitalizaciones y decesos, donde se comienza a marcar la diferencias entre vacunados y no vacunados, pues desde octubre pasado, los no vacunados que eran internados pasaban en el centro de salud el doble de días que los vacunados.
Nuestro país ha utilizado únicamente dos productos de los diez que están en el listado de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS): el elaborado por Pfizer y BioNTech, y el manufacturado por la farmacéutica AstraZeneca con la Universidad de Oxford. Personas vacunadas en el extranjero han utilizado otros biológicos, principalmente de Johnson & Johnson (a quienes se les ofreció aquí un esquema completo de AstraZeneca) y el de Moderna.
Sin embargo, aunque la acción de las vacunas es innegable, esta es parte de una estrategia que también incluye el buen uso de mascarillas, la buena ventilación y el lavado riguroso de manos.
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El momento
Este primer aniversario de vacunación también nos enfrenta con una nueva variante potencialmente más infecciosa que las anteriores. Ómicron se confirmó el pasado domingo y, a este martes, contabilizaba cuatro casos y seis sospechosos más.
Las vacunas parecen tener una efectividad menor para prevenir los síntomas, pero se mantiene contra la severidad y la muerte. Los especialistas sí recomiendan el refuerzo para tener mayor protección contra esta variante.
“Hay que vacunarse, y la gente con tres dosis va a estar protegida, pero la vacuna es una herramienta más. La gente sigue creyendo que una vacuna es la que la va a proteger 100% y eso nunca ha sido cierto, la vacuna es de las más efectivas, pero no nos evita enfermarnos, la vacuna siempre prometió evitar enfermedad grave y por ende, muerte, nunca prometió no infectar”, recalcó la infectóloga y exministra de salud María Luisa Ávila.
El no infectarse del todo es conocido como inmunidad esterilizante. El tipo de anticuerpos que produce el virus y en el que se basan las vacunas no logran esterilizar para que la persona no porte del todo.
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A futuro
Aunque algunas compañías, como Moderna, ya hablan de refuerzos específicos destinados a la variante ómicron, eso tomará semanas y 2022 arrancará con las que ya tenemos disponibles. Sin embargo, estas, de momento, dan esperanzas para prevenir las complicaciones.
Uno de los temores es que llegue el momento en que el virus, en su afán de permanecer más tiempo vigente, mute (cambie su genética) y estas mutaciones hagan que la efectividad de las vacunas disponibles baje incluso para proteger contra complicaciones. Esto no quiere decir que no vayan a funcionar del todo, pero sí que su funcionalidad sería menor y haya que buscar otras opciones.
“Hace un tiempo dijimos que delta no iba a ser la última variante de preocupación, hoy decimos que ómicron no lo será. Se requerirá un potencial de transmisión o de evasión a inmunidad muy alto, pero puede darse”, manifestó este miércoles Maria Van Kerkhove, jefa técnica de covid-19 de la OMS.
“Por eso estamos trabajando para seguir la evolución del virus y los laboratorios sabrán cuando sea necesario hacer cambios en sus vacunas”, concluyó.
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