Seguramente usted ya escuchó hace un par de días que el cuerpo humano tiene un nuevo órgano: el mesenterio, que forma parte de nuestro sistema digestivo. ¿Pero para qué sirve, cuáles son sus funciones en nuestro cuerpo? Los médicos aún no tienen respuestas definitivas.
Habría que comenzar por decir que su nombre no es nuevo para la ciencia, pero sí su estatus de órgano. Durante cientos de años –ya desde la época de Leonardo Da Vinci se hablaba de él– se creyó que era un repliegue de tejido, una estructura que estaba fragmentada, era una especie de "apéndice" que según los especialistas en medicina no tenía mayor relevancia.
Sin embargo, dos científicos irlandeses, Calvin Coffey y Peter O'Leary se trajeron abajo esta tesis al comprobar que el mesenterio tiene todo lo necesario para ser un órgano con todas sus características y que no está fragmentado como se creyó, sus tejidos son continuos.
Curiosamente, las primeras ilustraciones de Da Vinci y de anatomistas posteriores sí lo mostraban como algo continuo en el corazón de nuestro sistema digestivo, pero, a partir del siglo XIX, se comenzó a trazar en forma discontinua, debido a que un médico de apellido Treves lo dibujó como tejidos separados y así se utilizó durante todo el siglo XX y comienzos del XXI.
Una de las características más necesarias para que un órgano sea considerado como tal es que debe tener funciones independientes y propias que no realiza ninguno otro.
En el reporte, publicado en la revista médica The Lancet, los investigadores señalan que uno de los principales pasos para demostrar que se trataba de una sola unidad continua e independiente consistió en observar cómo, en personas a las que se las había hecho remoción de gran parte de su sistema digestivo debido a una enfermedad, el mesenterio aparecía como una sola unidad. Lo mismo sucedió al observar cadáveres.
Su papel
Los científicos confirmaron también que este nuevo órgano une al intestino con la pared del abdomen y lo fija en su lugar. Además, permite llevar irrigación sanguínea a las vísceras. Los investigadores presumen también que tuvo un rol preponderante cuando el Homo sapiens comenzó a erguirse.
Su posición, de acuerdo con la investigación, también lo hace tener un rol importante en el desarrollo de algunas enfermedades llamadas mesenteropatías, pues ayuda a que estas se diseminen. Estos males pueden presentar diferentes síntomas, como oclusión en las arterias (si está en el sistema circulatorio), inflamación, dolor abdominal y el desarrollo de tumores en el estómago o intestino o quistes.
Los científicos también aseguran que su papel es determinante para completar las funciones digestivas, sin este órgano la digestión sería imposible, pero aún no han dilucidado bien su papel en esta fase.
Sin embargo, aún hace falta explorar muchísimo sobre las funciones de este nuevo órgano y ver exactamente para qué sirve. Los científicos Coffey y O'Leary ya trabajan en ello.
"Si entendemos su función o funciones sabremos identificar las anomalías y podríamos saber de una mejor forma cuándo el funcionamiento es anormal. Esto nos ayudaría a detectar de maneras más tempranas las enfermedades y así darles un mejor tratamiento", señaló Coffey en un comunicado de prensa.