No todos confían en la terapia de reemplazo hormonal en las mujeres posmenopáusicas. Hay profesionales (en salud y en ramas naturistas) que más bien la desaconsejan.
¿A qué se debe? En 2002, la Iniciativa para la Salud de la Mujer (WHI, por sus siglas en inglés) –estudio estadounidense que abordaba varias áreas de la salud de la mujer– dijo que la terapia de reemplazo hormonal aumentaba el riesgo de una mujer de tener cáncer de seno, coágulos de sangre, ataques cardiacos y derrames cerebrales.
¿Es una contradicción con los últimos estudios? No. Luego de realizar los análisis correspondientes, especialistas de diversos países llegaron a una conclusión: el WHI dio los resultados sin separar a las mujeres por grupos de edad.
Una vez que se separaron por grupos de edad, se vio que en las mujeres más jóvenes la terapia sí funcionaba, pero en las mayores de 70 años que no llevaban mucho tiempo de tomar esta terapia, los efectos sí eran más bien dañinos y muy graves.
El ginecólogo tico Dónald Fernández explicó, en un artículo en la revista Acta Médica, cómo la edad es clave en la administración de hormonas.
“El beneficio de inhibir la ateroesclerosis se pierde cuando el inicio de terapia de reemplazo hormonal se demora años después de la menopausia. Lobo (un investigador) refiere que es posible que mujeres que inicien su sustitución hormonal al comienzo de la menopausia obtengan algún beneficio cardiovascular”, cita el documento.
No obstante, el experto señala que este es un tema del cual aún falta mucho por estudiar.