Aunque las manifestaciones de la covid-19 sí son menores en los niños que en los adultos, vacunar a esta población sí es clave en la lucha contra la covid-19. Especialistas en Infectología, Inmunología y Pediatría consultados por La Nación confirman que este producto no solo beneficia a los menores, también a quienes están a su alrededor.
A este lunes 24 de enero, 41.004 niños entre los 5 y los 11 años habían recibido su primera dosis en nuestro país. A ellos se les debe sumar 399 menores que recibieron su primera vacuna en el extranjero y ya completaron su esquema en suelo tico.
A ellos se les inyecta la vacuna elaborada por las empresas Pfizer y BioNTech. Se trata de la misma sustancia que se les administra a los adolescentes y adultos, pero en menor cantidad, apenas una tercera parte. Los adultos reciben dos dosis de 30 microgramos; en los menores será de 10 microgramos cada una. Las dosis se inyectan con una diferencia de 21 días entre una y otra.
Para la infectóloga, pediatra y exministra de Salud, María Luisa Ávila Agüero, sí se va en la dirección correcta: “vacunemos a nuestros niños, con una vacuna que pasó por todos los ensayos clínicos, como en este momento es la vacuna de Pfizer”.
“Las enfermedades infecciosas tienden a desplazarse hacia grupos susceptibles. Entre esos grupos, cuando ya los adultos estén protegidos, van a ser los niños”, prosiguió.
A la tarde de este jueves, 72.885 niños y adolescentes se han reportado con covid-19 desde que inició la pandemia. De ellos, 26 han fallecido. Este 2022 contabiliza ya dos decesos, el primero se dio en un niño de cuatro años, que por su edad aún no puede ser inoculado. La tarde de este miércoles el Hospital Nacional de Niños (HNN) registraba 16 internados, 15 en salón y uno en cuidados intensivos, quien no ha cumplido el año de vida.
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Protección
Algunas personas arguyen que la población pediátrica, si bien tiene el mismo riesgo de infectarse y de infectar que las otras edades, la posibilidad de complicaciones, hospitalizaciones y fallecimientos es mucho menor. Sin embargo, los expertos recalcan que al no ser nulas las complicaciones infantiles, se debe tratar de minimizar los riesgos.
“El virus no tiene restricciones”, subrayó el inmunólogo peruano Juan More Bayona. “Los menores se pueden infectar tal cual se infectan los mayores. Eso es clarísimo. Ciertamente, los menores tienen un menor riesgo de terminar en el hospital que los adultos y adultos mayores, pero no quiere decir que no exista”.
“El razonamiento aquí es: ‘voy a vacunar a esta población porque, aun siendo el riesgo menor de llegar a un hospital, puede darse’. No podemos decir, ‘como los niños no desarrollan cáncer como los adultos, no estudiemos el cáncer infantil’. Eso es absurdo. El riesgo sin duda es menor que en otros grupos, pero no es cero“, añadió.
A mediados de setiembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), recalcó que dicho riesgo es particularmente cierto en las poblaciones cuyo sistema inmunitario está debilitado o que tienen enfermedades de cuidado como diabetes, hipertensión u obesidad.
“Dejémoslo en claro: los niños y adolescentes también se enfrentan a un riesgo cuando se infectan de covid-19. No se puede ignorar el amplio impacto de la pandemia en niños y adolescentes″, subrayó en ese momento Carissa Etienne, directora de la OPS.
Olga Arguedas Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN), es de la misma opinión: “Ciertamente, este es un grupo de población en el cual las enfermedades graves han sido menores. Sin embargo, existen. Unos han muerto, otros con enfermedad severa, hospitalizaciones prolongadísimas, y el síndrome infantil multiinflamatorio (MIS-C, por sus siglas en inglés), que además deja secuelas. Hay secuelas poscovid en población pediátrica. Los pediatras creíamos que no nos iba a pasar esto”.
La también inmunóloga añade otra razón poderosa: “Los niños viven en un entorno familiar, donde a veces hay miembros con condiciones vulnerables. Entonces, el niño, aunque se enferme menos gravemente, puede enfermar a otra persona del grupo familiar en una condición de vulnerabilidad inmunológica”.
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El producto
Pfizer comunicó que su producto tiene una eficacia superior al 90% en la prevención de síntomas en niños en estas edades. Los efectos secundarios fueron muy similares a los reportados por los adolescentes y adultos, por lo constituye un fármaco seguro.
“Las dosis diferentes se hicieron según lo visto en la primera fase del ensayo. En este primer momento, vimos que los más jóvenes tuvieron una respuesta extremadamente alta con niveles iguales a las de los adultos, entonces se podía utilizar menos dosis para tener una respuesta efectiva con menos dosis, para así tenerlo de forma mejor para ellos”, manifestó en una entrevista anterior Rodrigo Sini, director de Asuntos Médicos de Vacunas para América Latina de Pfizer.
Sini agregó que en la población de 5 a 11 años se tuvo la misma respuesta de anticuerpos que en las poblaciones de 16 a 25 años. Estos datos provienen de los ensayos clínicos desarrollados en estas edades.
En marzo pasado, Pfizer y BioNTech comenzaron un ensayo clínico en población pediátrica. Las pesquisas involucran a 4.500 menores de edad saludables que no habían sido infectados con el virus anteriormente. Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos: de 5 años a 11 años con 11 meses; de 2 años a 4 años con 11 meses; y de seis meses a 1 año con 11 meses.
“Empezamos con las poblaciones pediátricas más grandes (donde se ven más complicaciones que en menores). Los resultados vienen también según la lógica que pueda ser comparable. Cuando estudiamos las enfermedades respiratorias lo hacemos basados en rangos de edad y eso está visto según la carga de enfermedad en cada edad”, expresó el especialista.
Ya se tienen los primeros resultados que especifican que en el primer grupo la vacuna es segura y genera anticuerpos que protegen contra la enfermedad y sus complicaciones. Esto se hizo con base en 2.668 participantes.
Para la población de 6 meses a 5 años hay dos tipos de estudios: uno va de los 6 a los 24 meses y otra de los 2 a los 5 años. El 17 de diciembre pasado la farmacéutica anunció que probarán una tercera dosis de la vacuna contra covid-19 en el grupo de 2 a 5 años. Dos dosis no alcanzaron la protección suficiente esperada, por lo que se probará una tercera, dos meses después de la segunda.
En estas poblaciones se reciben tres microgramos de producto por cada dosis. Para estas edades más jóvenes, el ensayo clínico sigue en desarrollo, estos son resultados preliminares con una porción de los participantes.
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La campaña
La inoculación de la población entre 5 y 11 años se inició el pasado 11 de enero. Este martes 1.° de febrero se estarían completando los primeros esquemas.
Esta campaña se da según disponibilidad de dosis y se tiene como prioridad a quienes tienen 10 y 11 años y a quienes tienen factores de riesgo que puedan llevarlos a enfermar gravemente en caso de infectarse.
Además, se autorizó a las áreas de salud a que si los viernes tenían sobrantes de dosis podrían activar un plan de contingencia y recibir incluso a menores de 8 y 9 años.
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