Todos los eneros tienen algo en común, todas las personas se ponen propósitos o metas para concretar en el nuevo año, aunque no siempre tienen éxito.
¿Qué es lo más difícil? Aunque el tipo de metas y las circunstancias que se viven son claves en el proceso, el principal “saboteador” de cada propósito puede ser nuestro cerebro, al que “le gustan” las zonas de confort y mucho de lo propuesto implica salir de ellas.
La periodista Irene Rodríguez Salas explica en un video cómo funciona el cerebro cuando nos trazamos estos desafíos que lo sacan de la comodidad de la rutina, pero también, algunos “tips” para “domarlo” y errores que podemos evitar.
Otro de los secretos que ella misma ha visto que funcionan: no buscar proponerse en Año Nuevo solo porque comienza otro año, encontrarlos en cualquier época del calendario y sin ponerle fecha de caducidad al 31 de diciembre.