Salud

Prueba casera detecta uso de drogas a través del sudor

 Producto registra consumo de cocaína, cannabis, opiáceos y anfetaminas

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En las farmacias del país se vende desde hace unas semanas un detector de drogas estupefacientes de uso doméstico. La prueba indica si alguien ha consumido anfetaminas, cocaína, opiáceos o cannabis analizando los residuos de sudor que quedan en la ropa.

El test que se comercializa con el nombre de Arifarm permite determinar si alguien está consumiendo drogas, pero junto a la prueba, se desata la polémica en el hogar sobre la confianza, el derecho a la intimidad y la comunicación entre padres e hijos.

Y es que las drogas son una preocupación constante para quienes tienen hijos adolescentes. Según la última encuesta sobre consumo en la población secundaria, realizada este año por el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el 57 % de los colegiales están dispuestos a probar alguna droga ilícita.

“La principal ventaja del Arifarm, es que la persona objeto del análisis no tiene necesariamente que saber que está siendo investigada”, explicó el farmacéutico José Arias, representante de la Corporación Cefa, empresa que importa el producto.

Sin embargo, hacer una prueba a espaldas de un joven puede no ser lo más adecuado. “El hecho de que un padre tenga que realizar una prueba de este tipo a espaldas de su hijo evidencia un grave problema de fondo en la relación”, explicó Jorge Brenes, psicólogo especialista en el trabajo con adolescentes y familias.

Los defensores del test creen que, sobre todo si el resultado de la prueba es negativo, la aplicación clandestina preserva el vínculo entre padres e hijos al hacer que estos no se sientan cuestionados sin justificación: “los adolescentes son reacios a contar qué hacen”, expresa la propaganda del Arifarm.

“En todo caso, el asunto no es detectar el consumo sino tener claro como tratarlo. La confianza en estos casos es fundamental y nadie se muestra anuente a confiar en otro si sabe que fue espiado”, manifestó Luis Eduardo Sandí, médico especialista en adicciones del IAFA.

Sudor delator. Este no es el único test casero de drogas que se puede encontrar en el país. De hecho, desde el año pasado varias farmacias ofrecen una prueba que detecta los estupefacientes en la orina.

La diferencia con el Arifarm Test, (que se adquiere sin prescripción médica y cuesta ¢24.600), es que para aplicar este dispositivo, basta frotar sus tiras reactivas sobre una prenda de vestir usada y esperar tres minutos.

El producto, como otras pruebas de aplicación casera, tiene unas bandas en las que aparecen líneas de color que se activan al detectar metabolitos de drogas.

Todas las pruebas que se realizan fuera de los laboratorios son cualitativas: solo revelan si ha habido consumo de drogas o no. No indican nada sobre la cantidad.

Además, la fiabilidad no es del cien por cien. Aun sus fabricantes reconocen que puede arrojar falsos positivos por lo que recomiendan realizar un análisis de laboratorio que constate las impresiones del Arifarm.

Los falsos positivos, sobre los que también alertó el doctor Sandí , pueden producirse si hay una transmisión de sudor entre un consumidor y otra persona que no haya tomado nada.

“Además, el consumo de ciertos alimentos y medicamentos y hasta el haber estado en un lugar en el que se hayan consumido drogas puede desvirtuar el resultado del análisis”, expresó la microbióloga Maritza Fernández.

Frente a esta crítica, Arias defiende que en todo caso el test le permitirá a los padres “hacerse una idea del ambiente en que se mueve su hijo”.

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