El pasado 29 de marzo, la modelo y presentadora costarricense radicada en México Vica Andrade confirmó que se había extraído sus implantes mamarios, los cuales tuvo durante décadas. Ella alegó motivos de salud.
“Quiero crear conciencia de las enfermedades de los implantes mamarios (...). Lo hice por mi salud, por mi familia, por mi vida, por mi cuerpo, por amarme, por honrarme. Las enfermedades de los implantes mamarios son reales, existen y matan”, dijo en un video en su cuenta de Instagram.
Ella no es la única. Semanas antes, la actriz mexicana Esmeralda Pimentel celebró un año sin sus implantes. La razón de su cirugía fue muy similar a la que dio Andrade. “No solo sanó mi cuerpo, también se regeneró mi corazón”, aseveró.
Ambas dan como razón al síndrome de Asia, una afección autoinmune en la que el organismo rechaza un cuerpo o sustancia extraña.
¿Por qué se caracteriza este padecimiento? ¿Cuán común es? La Nación conversó sobre el tema con Mario Alberto Quesada Arce, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital México y coordinador nacional del Posgrado en Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética. El enfatizó que esto es sumamente infrecuente.
“Es importante destacar que el síndrome de Asía no es exclusivo de implantes mamarios. Esta reacción se puede dar por la tinta de los tatuajes, implantes médicos de cualquier estirpe. Cualquier sustancia que el cuerpo considere nociva. De hecho, la mayoría de los casos no están relacionados con implantes; ahora es que se ha puesto de moda”, destacó.
“Insisto que esto es sumamente raro, tan raro que en la literatura la gran mayoría de cirujanos plásticos incluyendo a este servidor, ponen en duda si realmente el proceso autoinmune inicia por la colocación del implante o si ya existía algún tipo de proceso que el cuerpo iba a producir con o sin implantes”, añadió.
Sin embargo, el especialista sí hizo una salvedad: “hay estudios que también han tenido hallazgos de que algunas de estas pacientes, cuando se les remueven los implantes, mejoran o disminuyen la sintomatología. Lo que también podría ser un efecto placebo, la mente humana es tan poderosa que podría asociar el remover implantes con menos síntomas, pero todo eso debemos estudiarlo más”.
Desentrañar el síndrome
Todavía este síndrome no se entiende bien, pero diferentes asociaciones de especialistas a nivel mundial lo ven con una condición “extremadamente infrecuente”.
Asia es un acrónimo para las palabras en inglés Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes. Para entender mejor, vamos palabra por palabra.
Síndrome. Un síndrome es un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico. La Clínica Mayo indica que la relación exacta entre los síntomas y los implantes no está clara y no se entiende bien.
Los signos y síntomas reportados incluyen fatiga, dolores articulares, pérdida de cabello, pérdida de memoria, sarpullido en la piel, problemas para concentrarse y pensar con claridad, así como dolor en las articulaciones.
Autoinmune. La palabra se refiere a casos en los que el “cuerpo se ataca a sí mismo”, por así decirlo. El sistema inmunitario percibe tejidos sanos como un “agente invasor” y reacciona; esta respuesta inmunitaria llevará a una enfermedad. La artritis reumatoide o lupus son ejemplos de enfermedades autoinmunes.
Inducido. Aunque no es provocado directamente por un agente, sí es necesaria la acción de dicho agente para que se dé una condición. En este caso, el síndrome.
Adyuvantes. La palabra proviene del latín adjuvare, que significa ayudar. Es una sustancia capaz de aumentar la inmunogenicidad (capacidad de “activar el sistema inmunitario” y generar respuestas inmunes) sin despertar una respuesta inmune per se. En este caso, el silicón es un adyuvante.
La especialista mexicana en cirugía estética Denisse Labastida indicó en un artículo en Elsevier Connect que el silicón desarrolla una respuesta inflamatoria en la paciente. Esto forma una reacción contra el cuerpo extraño y una modulación inmune que concluye en los síntomas de Asia.
Dichas manifestaciones pueden aparecer tan pronto como tres semanas después de realizado el implante o pueden demorar décadas en manifestarse. Esto ocurre como resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales.
Quesada recalcó que la literatura en este momento es tan poca, dada la rareza y la escasa frecuencia de los casos confirmados, que no hay consenso. Por lo mismo, se motiva la investigación en el área.
Prudencia
Una de las preocupaciones del cirujano Mario Alberto Quesada es que, cuando se marca una tendencia como esta, algunas mujeres podrían relacionar cualquier malestar con sus implantes, cuando las probabilidades de que esto sea así son muy bajas. Cuando mujeres famosas, como Pimentel o Andrade lo hacen podrían estar influyendo a que otras mujeres lo hagan, sin saber si para ellas también aplica esta condición.
“En el mundo se pueden estar poniendo cada año un millón de implantes; en este momento hay más de 35 millones de mujeres con implantes. Son escasos los números reportados realmente a nivel internacional de síndrome de Asia”, recalcó el cirujano.
“En Estados Unidos hay grupos de cirujanos que, por así decirlo, publicitan este síndrome y ofrecen la cirugía de explantación. Lo que a veces a uno no le suena es que si yo como cirujano plástico estoy convencido de que los implantes causan este síndrome y los saco, ¿cómo también los estoy ofreciendo e implantando a otras mujeres?”, se cuestionó.
Aunque no hay un perfil específico sobre un tipo de mujer que sería más proclive a este síndrome, en el caso de quienes tienen otra enfermedad autoinmune, como lupus, artritis u otras, sería más recomendable que no se realicen un implante.
“No hay procedimiento médico o quirúrgico que sea completamente inocuo. Esto no es ir a pintarse las uñas. Si alguien le garantiza que usted no tendrá complicaciones del todo, desconfíe de esa persona. Los implantes son una cirugía completamente electiva en una paciente sana, que al exponerse a una cirugía también podría sufrir algún tipo de lesión. Nada es inocuo”, expresó Quesada.
Cuidados
El cirujano recordó que cualquier procedimiento estético (como implantación o explantación) debe ser realizado en un lugar que reúna los requisitos de hospitalización donde a los pacientes se les puedan atender posibles complicaciones.
También debe verificarse que la persona esté registrada ante el Colegio de Médicos y que esté calificada como cirujano plástico y reconstructivo. De esta forma, se minimizarán los riesgos de complicaciones.
“Yo no me voy a tratar una fractura de cadera con un ginecólogo, sería totalmente ilógico, como yo no me estaría operando unos implantes mamarios con un médico general ni nadie que no tenga el grado de especialista”, concluyó.