El fallecimiento del actor Matthew Perry, conocido mundialmente por su interpretación de Chandler Bing en la serie Friends, sorprendió a muchos. Perry, quien falleció a los 54 años en octubre de 2023 debido a una sobredosis de ketamina en su jacuzzi, había hecho público su prolongado combate contra las adicciones.
Este anestésico, que en algunos casos se utiliza con fines terapéuticos para combatir la depresión, era administrado al actor bajo supervisión médica. Sin embargo, tras la negativa de un aumento en la dosis, Perry volvió a caer en la adicción.
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¿Qué es la ketamina?
La ketamina es un anestésico disociativo que se utiliza principalmente en el ámbito veterinario, aunque también está aprobado para su uso en humanos. Se presenta en diversas formas, como polvo blanco, cristalino o en líquido, con concentraciones de clorhidrato de ketamina que varían entre el 7 % y el 99 %, dependiendo de su procedencia.
¿Para qué sirve la Ketamina?
En el campo médico, la ketamina se usa para inducir la pérdida de sensibilidad y la conciencia en pacientes que se someten a cirugías. Además, se ha investigado su aplicación en tratamientos para el dolor crónico, especialmente en pacientes sometidos a quimioterapia, y más recientemente, en terapias experimentales para trastornos mentales como la depresión resistente a tratamientos convencionales.
Efectos y riesgos de la ketamina
El uso de la ketamina puede producir una variedad de efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran náuseas, vómitos, mareos, vértigo, sudoración, dolores de cabeza, y en algunos casos, desorientación y confusión.
El consumo repetido de ketamina puede generar dependencia, tolerancia, y una serie de problemas de salud tanto físicos como psicológicos. Estos incluyen daños renales, problemas oculares, trastornos de la memoria, la atención y la concentración, así como ansiedad e insomnio.
El uso de ketamina en combinación con alcohol u otros depresores del sistema nervioso central es particularmente peligroso. Esta mezcla puede llevar a la pérdida de conciencia e incluso a fallos respiratorios, lo que incrementa significativamente el riesgo de muerte.
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