Cuando se llega cierta edad o se presentan ciertas condiciones en nuestra salud digestiva, hay exámenes que comienzan a aparecer en las recomendaciones médicas. Uno de ellos es la colonoscopia.
¿En qué consiste y por qué es importante? Eso veremos precisamente en Siéntase Pura Vida. Para ello contamos con la asesoría del gastroenterólogo Wagner Ramírez Quesada y con lo expuesto por organizaciones internacionales de salud digestiva.
“Sirven para identificar si tengo un riesgo o alguna lesión premaligna para detectarla a tiempo y saber cómo atender las diferentes condiciones”, comentó Ramírez.
En otras palabras, esta prueba puede ayudarle a detectar a tiempo lesiones y evitar tumores, o en caso de que ya los haya desarrollado, se detectará más temprano y tendrá más posibilidades de tratamiento para tener una mejor calidad de vida.
Lo primero que se va a buscar en una colonoscopia son pólipos, es decir, masas que se forman en el revestimiento interno que, si no se eliminan a tiempo, pueden desarrollar un cáncer.
Paso a paso ¿qué es?
Es un procedimiento, casi siempre diagnóstico, que usa un médico para observar el interior del colon y del recto. Para ello se utiliza un colonoscopio, que es un tubo flexible del grosor de un dedo que tiene una luz y una pequeña cámara de video en uno de sus extremos.
El colonoscopio se introduce por el ano y se lleva hasta el recto y el colon. Muchas veces este procedimiento se aprovecha para hacer biopsias; en ese caso, también se introducen pequeños instrumentos para tomar el tejido.
“Nos va a ayudar a detectar enfermedades anales y rectales, porque también podemos observar esa parte por dentro, pero también todas las enfermedades del recubrimiento del colon y la parte del intestino grueso que se une con el intestino delgado”, manifestó el gastroenterólogo.
El médico observará minuciosamente las paredes internas del colon y del recto mientras extrae lentamente el colonoscopio.
Si encuentra un pólipo pequeño, podría extirparlo y enviarlo al laboratorio para determinar si tiene áreas con cáncer. La prueba tarda unos 30 minutos, pero si se encuentran pólipos es posible que dure un poco más.
Es un procedimiento ambulatorio y muy rara vez se le pedirá a la persona que se quede internada en el centro médico.
¿A partir de cuándo?
Ramírez indicó que el riesgo de cada persona se evalúa de forma individual, porque dependerá de la genética de la persona y de otros factores de riesgo. En términos generales, las personas deberían hacerse la primera colonoscopia a los 45 años.
Sin embargo, si un familiar en primer grado (papá, mamá, hermano) o varios familiares en segundo grado o tercer grado (abuelos, tíos, primos) sufrieron un cáncer en el colon o en el estómago, las reglas podrían cambiar. Como norma general, la primera prueba debería realizarse cuando se tengan 10 años menos de los que tenía el familiar cuando le diagnosticaron la enfermedad.
Es decir, si, por ejemplo, a su papá le diagnosticaron cáncer de colon a los 38 años, lo recomendable es que usted tenga su primera colonoscopia a los 28. Pero si la persona más joven lo tuvo a los 60, ahí la regla que debe cumplirse es la de la población en general, y hacerse la primera a los 45 años.
¿Cada cuánto?
La respuesta a esta pregunta es similar a la anterior, porque cada persona es diferente y tiene diferentes factores de riesgo.
“Vamos a tener, según la cantidad de lesiones que se encuentren, a tener un plazo. El riesgo se evalúa de forma individual. Lastimosamente, el cáncer no es una enfermedad única, obedece a mis hábitos, a mi genética, a mi ambiente. No es lo mismo una persona que ya tiene lesiones, que una persona saludable”, manifestó el médico.
Las guías estadounidenses hablan de que podrían ser 10 años si la prueba salió 100% normal, o se baja a 7 años, 5, 3 años o menos dependiento de si se encontraron pólipos u otras lesiones.
“Es muy raro que se pida para tamizaje una prueba al año, ya si hay enfermedades, la historia es diferente. Es muy probable que sean más seguido para monitorear cómo evoluciona, pero si la persona está sana no es necesario tan seguido”, expuso Ramírez.
La preparación
Antes del procedimiento es importante que usted diga qué medicamentos está tomando y qué enfermedades de fondo tiene, también si tiene alguna alergia.
Va a tener que tomar mucho líquido días antes de la prueba. La hidratación, como ya hemos hablado en Siéntase Pura Vida, es muy importante, pero en estos casos es necesario todavía más para ayudar con la limpieza del colon. Es muy probable que se le pida un lavado o purgas para limpiar el colon, porque debe estar completamente limpio y sin visos de heces para que pueda verse bien el colon.
Es importante: solo en estos casos de examen es recomendable este tipo de limpieza. Tener heces en nuestro colon es lo más normal. Así que no hay que hacerles caso a quienes ofrecen servicios de limpiar el colon. En un Siéntase Pura Vida anterior hablamos de eso, puede repasarlo aquí.
En todo caso, su médico le guiará sobre qué debe tomar y cómo debe prepararse.
Al llegar el día del procedimiento se le pondrá anestesia para que usted no sienta incomodidad.
¿Cómo cuidar nuestra salud digestiva?
La colonoscopia es solo una forma de cuidar la salud digestiva, porque ayudará a detectar de manera temprana, pero no es la única. Nuestras acciones pueden prevenir enfermedades o aumentar el riesgo de desarrollarlas.
Nuestra alimentación es clave La nutricionista Yorleny Chacón dio algunos consejos:
- Comer de tres a cinco porciones de frutas al día. Esto equivale a 400 gramos. Pueden intercalarse durante el día. Las frutas deben, en lo ideal, estar frescas, es decir, no procesadas.
- Tomar líquido. El agua es primordial, pero también puede venir en otras formas, por ejemplo, un caldo de pollo, que no solo aporta líquido, sino también nutrientes.
- Es fundamental reducir el consumo de productos que puedan causar irritación y desequilibrios en nuestro sistema digestivo. No abusar del café (más de tres tazas al día ya es abuso) ni del licor.
- Consumir proteínas todos los días.
- Evitar las frituras y el exceso de grasa.
- Evitar el exceso de sal.
Otra forma en que podemos prevenir problemas es con la actividad física. ¿Cuánto tiempo? Mínimo media hora de actividad moderada a intensa. Es decir, no se trata de caminar a un paso suave, si no de sentir que se hace esfuerzo, que hay algo de cansancio y sudor.
Ramírez también recordó que la prueba de sangre en heces puede realizarse una vez al año para saber cómo está nuestra salud digestiva. Esta puede hacerse en cualquier laboratorio clínico.
Siéntase Pura Vida y cuide su salud digestiva, esta es parte trascendental de su salud integral.
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