En casi dos años de pandemia, el SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19, ha cambiado su genética mediante mutaciones que a su vez generan diferentes variantes, las cuales le permiten mantenerse más tiempo entre nosotros. La mayoría de estas mutaciones no le confieren beneficios o perjuicios, pero, de vez en cuando, surgen algunas que sí le dan mayores habilidades para hacerse más transmisible y subsistir.
¿Qué sucederá con este virus? ¿Cómo serán las futuras variantes? ¿Surgirá una más transmisible que delta? ¿Alguna escapará de la acción de las vacunas y obligará a replantear nuevas fórmulas en estos productos?
“Las variantes van a seguir surgiendo. El asunto es si alguna va a llegar a ser la que preocupe más a los científicos y que puede escapar o parcial o totalmente de la acción de las vacunas”, afirmó la doctora en virología Eugenia Corrales Aguilar, en entrevista con La Nación.
Según su criterio, delta sí llegó a cambiar la situación, al punto de que su presencia fue desplazando a las otras. Esta variante se considera hasta el doble más transmisible que las variantes originales. Los análisis nacionales coinciden y de hecho en el último de los estudios genómicos dados a conocer, delta constituyó el 96% de las muestras estudiadas.
“En estos días salió un estudio que decía que si la variante delta no hubiera surgido, la cuarta ola en los diferentes países no habría sido ni tan clara ni tan mortal. Las vacunas iban a ganar más terreno, pero al ser delta más transmisible, fue infectando a más personas más rápidamente”, aseveró la científica.
“Delta llegó, y haciendo una analogía, dijo: ‘apártense todas las variantes que aquí estoy yo’, pues antes de delta teníamos aparición paulatina de variantes de interés. La pregunta que viene es ¿será delta el máximo de evolución del virus? Lo que se teme es que salgan otras mutaciones, pero esto sucede con todos los virus”, añadió.
En los últimos días se habla de una “delta plus”, perteneciente a la misma variante delta, pero con varias mutaciones “al hombro”. A esta se sigue de cerca ante un aumento de casos en Reino Unido.
“Hasta el momento no se vislumbra que sea la que llegue a escaparse de las vacunas, pero esto no es solo un efecto virus-población, se debe tomar en cuenta la transmisión. Hay países donde se avanza mucho con la vacunación, pero otros en los que no se avanza tanto y tienen transmisión descontrolada, en estos casos podrían surgir mutaciones y que alguna de estas se escape de la vacuna”, expresó.
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Seguimiento de cerca
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene bajo análisis cuatro variantes de preocupación (VOC por sus siglas en inglés): alfa (reportada por primera vez en Reino Unido), beta (surgida en Sudáfrica), gamma (vista en Brasil por primera vez) y delta (la más dominante en el mundo, cuyos primeros reportes se dieron en India). Todas estas se han reportado en Costa Rica.
Las VOC se consideran así porque se ha comprobado que tienen algún tipo de ventaja para ser más transmisibles o para evadir en alguna medida los anticuerpos generados por infección natural o por vacunas, o también hacer menos eficaces a las vacunas.
La ciencia también analiza las llamadas variantes de interés (VOI, por sus siglas en inglés). En ellas, las sospechas de que el virus tenga “habilidades especiales” se observan solo a nivel genético. En este momento hay dos VOI: lambda (reportada en Perú) y mu (surgida en Colombia). Ambas se han visto en nuestro país.
Una variante podría pasar de VOI a VOC si se comprueba esta mayor habilidad del virus, pero también puede ser lo contrario y la investigación determinar que no hay de qué preocuparse. De hecho, la OMS dejó de considerar como variantes de interés las denominadas epsilon, eta e iota, por considerar que ya no representaban riesgo mayor.
Finalmente, están las 15 variantes bajo monitoreo (VUM, por sus siglas en inglés). A estas todavía no se les asigna un nombre “popular” porque no se sabe si tendrán un impacto. En ellas la evidencia de cambios genéticos o epidemiológicos todavía no está clara o hace falta esperar evidencia.
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¿Por qué surgen las variantes?
Un virus, a diferencia de lo que sucede con otros microbios, no puede reproducirse. En su lugar se replica, o crea copias de sí mismo. Es parte de sus estrategias adaptativas para subsistir y seguir transmitiéndose. Para ello, necesita estar dentro de una célula viva. En este caso, de un ser humano.
El virus SARS-CoV-2 entonces entra a la célula y pone a una parte, llamada citoplasma, a trabajar para él. El citoplasma es el encargado de crear proteínas; en este caso, el virus lo pone a crear las proteínas necesarias para replicarse. No obstante, cada vez que se replica, el virus comete “errores”, es decir, las copias no salen idénticas, sino que hay cambios. Esas son las mutaciones.
Cuanto más se transmita y se disemine un virus, y mayor sea su presencia en una comunidad, mayor será la oportunidad de generar nuevas variantes y de que, eventualmente, surja una más transmisible o que pueda escapar de las vacunas o evada los anticuerpos generados en una infección natural. De esta forma, podría enfermar a quien ya tenga una respuesta inmune.
“Cuando las personas nos preguntamos cuándo van a dejar de aparecer las variantes, la respuesta es muy sencilla: las variantes dejarán de aparecer cuando baje la contagiosidad. Al existir menos contagios hay menos posibilidades de que el virus mute”, señaló la pediatra inmunóloga Olga Arguedas Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN).
Corrales comentó que algunos científicos que trabajan en evolución viral dicen que llegará un momento en el que el virus alcance un tope máximo de mutaciones acumuladas y ya no habrá más que nos preocupen. Sin embargo, advirtió, “esto es muy arriesgado de decir”.
“No tenemos una bolita de cristal como para saber si va a mutar para bien o para mal”, expresó.
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Ganarle el juego a las variantes
No podemos cambiar la genética del virus ni frenar las mutaciones para que no se den variantes de preocupación. Sin embargo, sí hay cosas que podemos hacer de nuestro lado, porque el virus necesita de nuestra presencia para replicarse y transmitirse.
Corrales y Arguedas coinciden en que lo más importante es vacunarse. Lo ideal sería que hubiera una vacunación uniforme en el mundo en donde se completen esquemas antes de pensar en refuerzos para población saludable.
“A veces pensamos que vamos a necesitar una cantidad de refuerzos, de momento, es más riesgoso no tener vacunas del todo que tener esquema completo sin refuerzos”, señaló Corrales.
Independientemente de si hay variantes más transmisibles, agresivas o que evadan vacunas, las formas de transmisión del virus son las mismas, por lo que las formas de prevención son las mismas.
“No vuela ni atraviesa paredes”, subrayó Corrales.
- Vacúnese y complete su esquema. Si es candidato a refuerzo, aplíqueselo cuando tenga la oportunidad.
Sin embargo, solo la vacuna no es suficiente. Esta es una muy buena herramienta, y ha sido decisiva en la baja del impacto de la enfermedad en el país, pero no es la única.
“Las vacunas que tenemos son increíblemente efectivas para prevenir las hospitalizaciones, la necesidad de cuidados intensivos y las muertes, pero las vacunas solas son insuficientes para acabar con la pandemia. Tenemos las otras herramientas, y debemos usarlas”, dijo Maria Van Kerkhove, jefa de técnica de covid-19 de la OMS este jueves durante conferencia de prensa.
- Prefiera sitios abiertos y bien ventilados. Abra puertas y ventanas. Evite en la medida de lo posible espacios pequeños, cerrados y con poca ventilación, si no puede evitarlos y debe estar con más personas, permanezca el menor tiempo posible ahí.
- Use la mascarilla, especialmente en sitios cerrados y donde no sea posible guardar la distancia. Asegúrese de que está bien colocada, que cubra nariz, boca y mentón. Que no deje espacios ni se mueva libremente.
- Lávese las manos rigurosamente, séquelas bien. El alcohol en gel es un plan B para cuando no hay agua y jabón disponibles.
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