La tos es molesta, incómoda y compañera fiel de resfríos, gripe, covid-19, algunas alergias e incluso reflujo. En ocasiones, acude en nuestro auxilio si nos atragantamos e incluso puede ser un reflejo de nervios o ansiedad. Igualmente, puede ser señal de algo más, especialmente si nos acompaña por más de cuatro semanas.
¿Qué es la tos? ¿Por qué se da? ¿Qué deberíamos tomar? ¿Cuándo hay razones para ir a un médico? Estas y otras preguntas las responderemos en esta edición de Siéntase Pura Vida.
Para explorar el tema se revisaron las guías de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y se conversó con la médica general Carolina Díaz Ceballos.
“La tos es como el ‘perro guardián’ de los pulmones, y los protege de intrusos o de enemigos internos”, ejemplifica un documento del CDC.
Lo malo de la tos es que mientras limpia nuestras vías respiratorias puede ser vehículo de partículas de los virus o bacterias con los que estemos infectados y afectar a los que estén cerca. De ahí la importancia de cubrirnos con el antebrazo al toser y, si estamos en lugares muy cerrados o centros hospitalarios, usar una mascarilla.
El tema se vuelve particularmente importante en la época lluviosa, cuando los virus respiratorios circulan con mayor fuerza y las condiciones también pueden exacerbar las crisis en algunos asmáticos.
“En los últimos días, a la clínica han llegado muchísimas personas con tos como síntoma principal”, detalló Díaz, quien trabaja en la Clínica Clorito Picado, en Tibás.
¿Qué es la tos y por qué se produce?
En resumen, la tos es una respuesta protectora del cuerpo. Esta acción busca proteger nuestras vías respiratorias, los pulmones y otras partes del sistema respiratorio de sustancias que pudieran irritarlo, de secreciones, de microorganismos o partículas extrañas. La función es limpiar las vías respiratorias para que continúen con su funcionamiento normal.
La tos, explicó Díaz, es desencadenada por la estimulación de las terminaciones sensitivas llamadas los receptores y las fibras C. Tenemos estos receptores en la nariz, en la laringe, en la tráquea, en los bronquios, hay algunos en el conducto auditivo, en el pericardio o incluso en el estómago.
“Cualquier irritación en estos lugares nos puede irritar estas fibras y producir el reflejo de la tos”, precisó la médica.
La tos nos toma unos cuantos segundos, pero cada vez que tosemos hay tres pasos:
- Fase aspiratoria o inspiratoria. Cuando tomamos aire.
- Fase compresiva. Se cierra la glotis y se contraen los músculos.
- Fase expulsora. Se abre la glotis y sale el aire
“Este mecanismo nos limpia, pero también por este mecanismo se producen las complicaciones. Si se tose mucho va a darse un efecto irritante en estas fibras y ahí la persona se siente cansada, le duele la cabeza, los músculos del tórax, produce disfonía, da incontinencia urinaria, se dificulta dormir”, especificó Díaz.
Hay casos agudos y casos crónicos
No toda tos es igual. Ni siempre tiene la misma causa. Una forma de clasificarla es según su duración.
Aguda. Dura menos de dos semanas. Usualmente responde a eventos muy puntuales, como un resfrío o gripe.
Subaguda. Si dura de dos a cuatro semanas.
Crónica. Si dura más de cuatro semanas. En algunos casos esto podría prolongarse por años. Esta es más común en mujeres. Personas con enfermedades como cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o puede ser secuela de covid-19. Algunos medicamentos, como la enalapril, pueden causar tos crónica.
“Si una tos dura más de cuatro semanas, lo primero que se descarta es tuberculosis, pero se descartan otras cosas, como tosferina, especialmente en niños, o asma. Conforme uno va descartando se buscan otras cosas, como EPOC o cáncer de pulmón”, manifestó.
Tos según sus características
Hay varios tipos de tos y las características pueden variar según el agente que la causa.
En episodios muy específicos, pueden haber factores desencadenantes, como el polvo, humo, olores muy fuertes o penetrantes o que nuestra comida “se haya ido por mal camino”. Son episodios en los que, si dejamos de estar expuestos al agente que los causó, se resuelven muy rápido y la respiración continúa normal.
“En términos epidemiológicos, la tos puede ser una primera señal de que algo no va tan bien”, puntualizó Díaz.
Hay mecanismos inflamatorios, que pueden distinguirse por su terminación -itis: laringitis, faringitis, bronquitis.
Otros mecanismos obstructivos, como el cáncer de pulmón, el asma o la EPOC. En estos casos se disminuye el calibre de las vías respiratorias.
La tos también puede ser flemosa o seca. La tos seca generalmente, afirmó Díaz, es más irritativa: “el cuerpo está tratando de sacar algún microorganismo o partícula y busca sacarlo”.
La tos flemosa, en cambio, usualmente es indicativa de una infección con un virus o una bacteria.
¿Qué tomar y qué no?
La primera tentación que podemos tener es buscar un jarabe para quitarnos la molestia, pero Díaz recuerda que la automedicación no es buena idea y a veces no es necesaria.
En un inicio, señaló la médica, pueden servir confites con menta o hierbabuena o los que contienen algún nivel bajo de jengibre.
También es muy importante mantenerse bien hidratados. De preferencia, con agua a temperatura ambiente: “el agua no irrita, calma, mantiene hidratadas las vías respiratorias. Es lo ideal”, aseguró Díaz.
Como no todas las personas disfrutan el agua también pueden buscarse tés de manzanilla, zacate de limón, menta, hierbabuena o refrescos naturales, de preferencia sin azúcar.
Debe evitarse el café, el té negro, el chocolate y las gaseosas, porque son líquidos irritantes. Si se va a tomar caldo de pollo o sopa, no agregarles picante, porque eso también irrita.
No es bueno salir de primera entrada a buscar un jarabe, advirtió Díaz, aunque estos estén disponibles incluso en supermercados: “hay muchos jarabes para la tos, saber exactamente cuál es el más indicado para el tipo de tos no es sencillo. Hay para eliminar flemas, o para hacerlas más ligeras, otras para tos seca, otros que son más para alergia que para tos. Saber cuál cuesta mucho. Y no todos pueden tomar jarabes, por ejemplo, los diabéticos no pueden tomar”, destacó.
“Mejor consultar a un médico, para que indiquen cuál es el mejor jarabe y la dosis. Especialmente para los niños, que la dosis sí va a depender de la talla y el peso del menor”, añadió.
¿Cuándo acudir a un médico?
Díaz señaló que hay momentos en los que se debería acudir a un médico:
- Tos lleva más de dos semanas y no se quita
- Flema muy espesa, verde, amarillenta o con sangre
- Si hay dificultad respiratoria
- Si oyen silbidos al respirar (sibilancias)
- Si hay fiebre
- Si hay pérdida de peso dramática
- Si se inflamaban los tobillos o la cara
La tos nerviosa... ¿existe?
La respuesta corta es: sí. Rotundamente. Esto se debe a muchos factores. Entonces no deberíamos sentirnos extrañados si en situaciones donde no nos sentimos cómodos o estemos desbordados por alguna emoción comencemos a toser sin explicación.
“Hay tos que se llama psicógena. Se da en situaciones que estamos nerviosos o ansiosos. Es normal, todos la hemos tenido en algún momento bajo algunas circunstancias. Es una respuesta del cuerpo a una situación de estrés”, expresó Díaz.
Es una tos seca, sin flemas, que puede estar precedida de sensación de sequedad en boca o garganta, pero no constituye un peligro para la salud física.
Siéntase pura vida, cuídese de la tos e hidrátese bastante.
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