En los últimos días, el mundo está viendo una subida en los casos y hospitalizaciones relacionadas con covid-19 y sus complicaciones. La razón es una nueva subvariante de ómicron, llamada JN.1, popularmente conocida como “Pirola”. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta variante ya se convirtió en la más común y en la de mayor crecimiento a nivel global. A finales de año, esta variante había sido reportada en 46 países.
En Costa Rica, la vigilancia genómica (análisis gen por gen que se le hace una pequeña porción de las muestras positivas), confirmó la presencia de esta variante en un paciente que dio positivo el pasado 14 de noviembre. El paciente fue un hombre de 54 años que no tenía historia de viajes fuera del país, por lo que la variante ya estaba desde antes en suelo costarricense. Él presentaba dolor de cabeza, mialgias (dolores musculares), fiebre, odinofagia (dolor al tragar), tos y rinorrea (secreción nasal). Estos síntomas son consistentes con lo visto en otros países del mundo.
¿Qué hace diferente a esta variante, considerada “de interés” por la OMS? En las últimas semanas se ha divulgado nueva información desde la última vez que se habló de esta, a mediados de diciembre.
“El impacto, en comparación con lo visto hace unos años, es reducido, pero sigue siendo una amenaza a la salud global. Esto sigue siendo una pandemia que causa muchas infecciones, reinfecciones, hospitalizaciones, muertes y síntomas por tiempo prolongado. Tenemos las herramientas para prevenirlo”, destacó en conferencia de prensa este 10 de enero Maria Van Kerkhove, jefa técnica de covid-19 de la OMS.
Se suma el hecho de que hay muchos otros patógenos de transmisión respiratoria circulando, como la influenza, el virus respiratorio sincitial y la micoplasma. Esto podría provocar que las personas más vulnerables enfermaran más de una vez de diferentes microorganismos, lo que complicará su salud.
Muchos de los estudios de la nueva subvariante, provienen, a su vez, de la subvariante BA.2.86 (que fue la primera en apodarse “Pirola”). De esta subvariante se desprendió la JN.1. De forma preliminar se habla de que a estas variantes les es más fácil llegar a los pulmones que a las predecesoras de ómicron. No obstante, la OMS mantiene la postura de que esta variante no es más agresiva ni letal que las anteriores.
La ‘familia ómicron’ y su nueva descendiente, la JN.1
Si hacemos un símil con las familias, JN.1 es hija de BA.2.86 y una tataranieta de la ómicron original. Son tantos los cambios genéticos que se han tenido desde la ómicron original hasta hoy, que muchos virólogos discuten que ya desde la BA.2.86 debería ser una variante nueva, con su propio nombre de letra griega, pero la OMS la mantiene, junto con la JN.1, hasta el momento como parte de ómicron.
La razón por la cual se habla de que debería ser una variante nueva es que BA.2.86 tiene más de 30 mutaciones (cambios genéticos) en la proteína espiga en comparación con la BA.2. La proteína espiga (también llamada espícula, o Spike o S, en inglés) es clave, porque es la “puerta de entrada” del virus al organismo humano. JN.1 también tiene otros cambios genéticos, de su antecesora, aunque menores, pero su rápido crecimiento la hizo merecedora de una nominación aparte.
¿Qué dicen los nuevos estudios?
Este lunes 8 de enero, la revista científica Cell publicó dos estudios relacionados con la variante BA.2.86 y que, aunque no están directamente relacionados con la JN.1, al ser esta descendiente de la anterior, mantiene el interés. En ellos, se ve que este linaje podría infectar más los pulmones (como se daba con la variante delta) y no tanto las vías superiores (como ha sido la constante en ómicron). Estos estudios, sin embargo, son preliminares.
En el primer estudio, científicos de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, utilizaron un virus creado en laboratorio con todas las características de la BA.2.86 y lo pusieron a interactuar con células humanas. Ahí vieron que esta variante podía fusionarse con ellas de forma más eficiente e infectar a las que están en la parte baja de los pulmones.
Dos mutaciones llamadas S50L y K356T serían las responsables de que se tengan más facilidad para ingresar a los pulmones.
En el segundo análisis, elaborado por investigadores de Francia y Alemania, estudiaron la proteína espiga de esta variante y también probaron su acción en la muestra de 14 personas que habían sido vacunadas. Ellos vieron que también había mayor facilidad para infectar los pulmones de forma más robusta en comparación con las primeras subvariantes de ómicron.
“Determinar si es más patógena (agresiva) que otras descendientes de ómicron es desconocido y necesita ser examinado cuidadosamente”, advirtieron los autores.
JN.1 en Costa Rica
El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), ente encargado de hacer los análisis genómicos, reportó que 2023 cerró con ocho muestras positivas por JN.1. No hay muchos datos sobre las personas y los síntomas, pero sí se sabe que estas muestras se tomaron en vecinos de diferentes partes del país:
- San José: Aserrí (1, la primera persona muestreada)
- Puntarenas: Bahía Ballena (1)
- Alajuela: Upala (3) y San Ramón (2)
- Heredia: San Rafael (1)
Hasta el momento no se tiene acceso a la información actualizada de cómo está la enfermedad en Costa Rica. Los últimos datos del Ministerio de Salud fueron dados a conocer el pasado 21 de diciembre, con información a la semana 50 del año, que finalizó el 16 de diciembre.
En esa semana se habían presentado 191 casos, un 3% más que la semana anterior. Sin embargo, es necesario aclarar que, a nivel público, las pruebas para diagnosticar covid-19 se realizan solo en casos puntuales, cuando una persona vive en 25 áreas de salud determinadas, necesita hospitalización, o fallezca con síntomas sospechosos de covid-19. A nivel privado las pruebas son cada vez menos comunes, además de que gran parte de la población ya no se realiza las pruebas si tienen síntomas respiratorios o de fiebre.
En esa semana finalizada el 16 de diciembre, se reportaron 62 hospitalizaciones. Esto es un 41% en comparación con la semana anterior, pero un 72% más de los vistos en la semana 46 (un mes antes).
En esa semana hubo tres fallecidos, uno menos que la semana anterior.
Prevención
La forma de transmisión del virus sigue siendo la misma, por lo que la OMS recuerda las medidas para protegerse de la covid-19 y de otros virus de transmisión respiratoria:
- Mantener la vacunación al día contra covid-19 e influenza. Si se tiene acceso a la vacuna actualizada (monovalente basada en la subvariante XBB.1.5) obtenerla. Si no está disponible, las bivalentes e incluso las primeras en salir a la luz protegen contra JN.1.
- Usar mascarillas en centros de salud, lugares aglomerados, cerrados o pobremente ventilados.
- Mejorar la ventilación: abrir puertas y ventanas o filtrar el aire.
- No olvidar el protocolo de la tos y estornudo y cubrirse con el antebrazo.
- Lavarse las manos regularmente.
- Quedarse en casa si se siente enfermo.
- Busca una prueba en caso de sentirse con síntomas.
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