Desde la semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) investiga raros casos de hepatitis aguda en niños previamente sanos, en su mayoría menores de cinco años.
Desde que comenzó la semana, la presencia de la enfermedad se ha confirmado en más países, mientras que en las naciones donde se había detectado aumentaron los casos. Estados Unidos, Escocia, Inglaterra, Irlanda, Irlanda del Norte, España, India son algunos. Ahora se suman Holanda, Dinamarca e Israel.
En todos ellos hay números mayores de hepatitis en niños a los esperados en el año. Por ejemplo, en Escocia cada año se detectan unos cuatro enfermos en este grupo de edad, pero en los últimos dos meses se registraron 14, dos de ellos en los últimos tres días.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) discutió el tema la mañana de este miércoles en su conferencia de prensa y recalcó que ningún país está exento de reportar esta enfermedad. En América, el único país que reporta es Estados Unidos, con casos en Alabama y Carolina del Norte. En el mundo, el lugar con más incidencia es Reino Unido, con 108.
Enrique Pérez, actual gerente de incidentes para covid-19 de la OPS recalcó que esta condición no está relacionada con la vacuna contra esta enfermedad (ya que la gran mayoría de quienes lo han presentado ni siquiera tienen la edad para vacunarse). En Reino Unido ninguno de los 108 casos estaba vacunado. En todos los casos de hepatitis sí se vio que algunos de los menores sí estaban positivos por SARS-CoV-2; no obstante, Pérez aseguró que pese a la alta circulación del virus esto no quiere decir que haya vínculo entre el coronavirus y la hepatitis.
“Se presentaron como anemia aguda grave, que evolucionó muy rápido en cuestión de poco tiempo. Las investigaciones de laboratorio ya excluyeron que pueda tratarse de cualquier tipo de virus de hepatitis. Se sigue investigando. Lo importante de estos casos y de estas alertas es que otras naciones comienzan a hacer sus investigaciones”, recalcó Pérez.
Los síntomas que estos niños muestran, según las autoridades de salud de Reino Unido, son los habituales en una hepatitis: dolor abdominal, vómitos, diarrea, ictericia (piel y mucosas de color amarillento), comezón, coloración oscura de la orina y heces con poca pigmentación.
De momento no ha habido ningún fallecimiento, pero decenas han tenido que ser hospitalizados y 11 (ocho en Reino Unido, dos en Estados Unidos y uno en España) han requerido trasplante de hígado.
Ruben de Kleine, cirujana pediátrica especialista en trasplantes de hígado en Holanda, dijo a la revista Science que en lo que va de 2022 han tenido la cifra de candidatos para trasplante pediátrico que normalmente reciben en un año completo.
“Sí hay niños muy enfermos que han tenido que ser referidos para trasplante porque no tienen otra opción, pero no son la mayoría”, destacó.
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Causa sigue apuntando a un adenovirus
La hepatitis es una inflamación en el hígado que puede darse ya sea por una infección de virus o de bacteria, problemas inmunitarios o una intoxicación con alguna sustancia, por lo que muchas podrían ser las fuentes de origen de una enfermedad como estas.
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Dentro de lo que se ha estudiado la hipótesis más probable es que una especie de un grupo viral llamado adenovirus sería la causante. Se trata de un grupo de virus que en su mayoría causa síntomas parecidos al catarro u infecciones respiratorias.
De hecho, los nueve casos de Alabama, EE. UU., dieron positivo al adenovirus 41, un subtipo caracterizado por causar gastroenteritis. En casos muy excepcionales los adenovirus pueden causar una hepatitis fulminante.
Sin embargo, también se estudian otras posibilidades, como que sea consecuencia de covid-19 o producto de un virus desconocido. En este momento no puede descartarse ninguna opción.
John Campbell, profesor de Enfermería y divulgador científico, indicó que aún es algo que debe estudiarse a fondo por el misterio que representa y esperar a tener más información.
“Sí se han tenido niños en estado crítico, para que se haga un trasplante de hígado en algunos y se les someta a medicamentos inmunosupresores de por vida es porque no había otra opción, pero ellos son una minoría. Hasta el momento la mayoría lo han tratado sin necesidad de una medida tan fuerte y se han repuesto”, manifestó.
Karen Lars, del Departamento de Salud Pública de Alabama, es de la misma opinión: “ver niños con hepatitis severa si no tienen problemas de salud o factores de riesgo es muy raro, por eso debemos estudiarlo a fondo”, dijo a la revista Science.
Pérez indicó este miércoles que lo más esperable es que aparezcan nuevos casos en otros países y ninguno está exento de presentarlos. Aunque la enfermedad sí es motivo de preocupación, el hecho de que aparezcan más casos también es indicador de que los sistemas de vigilancia están buscando activamente estos síntomas y por eso es más difícil que los pacientes se escapen de una detección.
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¿Qué pueden hacer las familias?
Lo principal, de acuerdo con los especialistas internacionales, es mantener la calma y estar pendientes de nuevas informaciones. Esta enfermedad hasta el momento ha atacado a muy pocos niños, por lo que el riesgo de un desarrollo tan grave es muy bajo.
Sin embargo, también se pide estar atento a estos síntomas para así buscar ayuda, entre más temprana sea la detección mejor será el tratamiento.
- Dolor abdominal
- Vómito
- Diarrea
- Piel y mucosas de color amarillento
- Comenzón
- Coloración oscura de la orina
- Heces con poca pigmentación
- Edad del menor: en la mayoría de los casos se presenta en menores de seis años, pero se ha visto en menores de 11 e incluso en un par de adolescentes de 16 años.
Las medidas de prevención del adenovirus incluyen el lavado riguroso de manos, la limpieza de alimentos y, al tratarse de un virus respiratorio, también funcionan las medidas ya conocidas contra la covid-19: distanciamiento físico, mascarilla bien colocada (en los mayores de dos años), y evitar salir de casa cuando se tenga síntomas.
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