Las personas con sentido del olfato más agudo realmente tienen un don para relacionarse con las emociones de otros, según sugiere un estudio reciente.
Los científicos ya saben que el olor desempeña un rol enorme en el mundo animal: detectar sutiles cambios químicos en una pareja o en un competidor puede ser la diferencia entre vivir o morir.
Entre humanos, el olor es menos vital y más lujoso. Por ejemplo, algunas descripciones de olor se ha filtrado en la literatura.
Autores como Charles Baudelaire, Marcel Proust y Albert Camus han producido obras que enlazan referencias de ricos aromas a las emociones.
Estos trabajos literarios inspiraron a Denise Chen, química social de la Universidad de Rice en Texas, a participar en un estudio y preguntarse si hay alguna relación entre el olor y las emociones.
“Comparten conexiones funcionales y anatómicas muy cercanas”, dijo. “El cerebro olfatorio se traslapa con el cerebro emocional, y se cree que ha contribuido a su evolución”, dijo Chen.
Olfateadores sensibles. Los científicos han descubierto que las mujeres tienen el sentido olfativo más uniforme que los hombres, y se piensa que son más sensibles a las señales emocionales.
So Chen y la estudiante graduada Wen Zhou presentaron un estudio de 22 parejas de mujeres jóvenes viviendo en los dormitorios universitarios, con camisetas para dormir idénticas.
Después de usarlas una noche, las camisetas fueron entregadas a las mismas mujeres para olerlas.
Se entregó a cada mujer tres camisetas y se les informó de que una de ellas había sido usada por su compañera de cuarto, y las otras dos habían sido usadas por otras estudiantes universitarias.
Se les pidió que identificaran la camisa usada por su compañera de cuarto. Entonces, las mujeres pasaron por una serie de pruebas de reconocimiento emocional y de sensibilidad.
Aquellas que seleccionaron correctamente la camisa usada por su compañera de cuarto, tuvieron la tendencia a obtener altas calificaciones en las pruebas emocionales.
Los investigadores concluyeron que el sentido del olfato y de las emociones viene de las mismas áreas del cerebro.
Los resultados de esta investigación serán publicados en una próxima edición del Jornal de Ciencias Psicológicas .