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La vacuna contra covid-19 que se utiliza en Costa Rica, elaborada por la farmacéutica Pfizer y la compañía biotecnológica BioNTech, fue sometida a un análisis del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) que congrega a especialistas en vacunas.
Ellos se reunieron el lunes y dieron sus recomendaciones la mañana de este martes durante la conferencia de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas son solamente recomendaciones que cada país puede adaptar según sus condiciones y estado de la epidemia.
Además, aclaran que estos puntos solo aplican para la vacuna de Pfizer y BioNTech y no para ninguna otra. Esto es así porque esta es la única que de momento cuenta con una validación de uso de emergencia de la OMS. Asimismo, cada vacuna es diferente y por ello requiere de análisis separados, los cuales SAGE estará realizando en las próximas semanas.
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Dosis y cada cuánto aplicarlas
Alejandro Cravioto, director de SAGE, indicó que las dos dosis son necesarias para obtener protección y que su recomendación es aplicarlas con una diferencia de 21 a 28 días (la recomendación dada por la empresa farmacéutica es de 21 días).
Sin embargo, se hace una excepción en casos de países que estén en situaciones de emergencia y que cuenten con muy pocas dosis.
En algunos países o ciudades, se prefiere, en lugar de apartar dos dosis para una cantidad definida de personas, más bien apartar una dosis para llegar al doble de las personas y esperar al siguiente lote para entregar las segundas dosis.
“En esas circunstancias de emergencia se podría, para alcanzar a más personas, retrasar la segunda dosis durante algunas semanas. Lo recomendable es no más de seis. Los datos que tenemos del ensayo clínico dan alguna evidencia de protección a los 42 días, pero tenemos información a mayor plazo”, destacó Cravioto.
Y añadió: “sabemos las circunstancias que afrontan los países y las condiciones en las que deben tomar decisiones de políticas públicas en salud. Debemos estar abiertos a este tipo de opciones, cada país puede tener condiciones que lo lleven a decidir usar la vacuna de otra forma, para abarcar la protección de más personas en un primer momento, pero sí aclaramos que es mejor no espaciar mucho más esa segunda dosis”.
Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Biológicos de la OMS es de la misma opinión: “las recomendaciones son para que cada país sopese sus beneficios y los riesgos de tomar cada decisión. La evidencia aún es incompleta y estamos teniendo más evidencia conforme pasa el tiempo”.
Eso sí, O’Brien es clara en que si una persona, por alguna razón particular no obtuvo su segunda dosis en el tiempo previsto, esta debe recibir su segunda dosis apenas le sea posible.
“Hay muchas razones u obstáculos individuales, si una persona no ha recibido su segunda dosis después de los 42 días y al día 43 ya puede recibirla, que no deseche esta posibilidad”, aclaró la funcionaria.
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Vacunación durante el embarazo
De acuerdo con Cravioto, se reconoce la importancia de la vacunación en esta población. No obstante, aún no hay datos que evidencien cómo esta actúa (ya que no hay resultados de ensayos clínicos durante esta etapa), por lo mismo aún no se recomienda por completo a esta población.
Sí hay una excepción: trabajadoras de la salud de primera línea de atención a la covid-19. En este caso específico sí es mejor que sean vacunadas.
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Uso en lactancia
Los ensayos clínicos tampoco reportan datos sobre mujeres en estado de lactancia. Dado la importancia de la leche materna se pide continuarla en todo momento.
En el caso de mujeres con factores de riesgo que se verían más beneficiadas con la vacunación, se recomienda que se les aplique este inyectable, pero que no dejen de amamantar a sus bebés.
Quienes no tengan factores de riesgo estén en este período es mejor que esperen a finalizarlo antes de vacunarse.
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Reacciones alérgicas graves
Cravioto indica que se han presentado algunos casos de reacciones de alergias que provocan anafilaxis (reacción grave que puede contraer las vías respiratorias).
Esto se da en personas muy específicas, muchas de las cuales ya han tenido reacciones alérgicas a otras vacunas o que tienden a tener alergias graves.
Debido a esto, el SAGE aconseja que esta vacuna sea administrada únicamente en sitios que cuenten con capacidad para tratar cuadros de anafilaxis.
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Personas que ya estuvieron infectadas
Las personas que ya tuvieron una infección con el virus SARS-CoV-2 preferiblemente sí deben vacunarse, independientemente de si tuvieron síntomas o no y de la gravedad de estos. Esto es así porque ya se han demostrado casos de reinfección.
Sin embargo, quienes lo deseen pueden retrasar la vacunación los primeros seis meses después de la infección, dado que durante este período posiblemente tengan anticuerpos para luchar contra el virus.
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Para viajes a otros países
De momento no hay evidencia de que la vacunación evite los brotes que se dan de un país a otro o a lo interno de un país.
“Exigir la vacuna para viajar iría en contra del principio de equidad. Los viajeros que se vacunen que sea porque tienen factores de riesgo o que por su trabajo están más expuestos al virus”, señaló Cravioto.
¿Quiénes hicieron estas recomendaciones?
El SAGE es el principal grupo asesor de la OMS en materia de vacunas e inmunización. Su asesoría es sobre las políticas y estrategias mundiales en cuestiones que van desde las vacunas y la tecnología hasta la prestación de servicios de inmunización y sus nexos con otras intervenciones sanitarias. Esto incluye también la investigación y el desarrollo.
Este grupo está integrado por 15 miembros que actúan a título personal y representan una amplia gama de disciplinas y abarcan muchos aspectos de la inmunización y las vacunas. Para la vacuna contra la covid-19 el grupo es de 26 personas.
Los miembros se seleccionan entre expertos reconocidos de todo el mundo en los campos de la epidemiología, la salud pública, las vacunas, la pediatría, la medicina interna, la infectología, la inmunología, la reglamentación farmacéutica, la gestión de programas, la aplicación de vacunas, la administración sanitaria, la economía de la salud y la seguridad de las vacunas.
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