Obtener un bronceado rápido en una cámara de bronceado artificial representa el mismo riesgo de desarrollar cáncer que fumar constantemente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este método es tan letal como el asbesto o el arsénico.
Así lo definió una investigación del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, agencia de la OMS, que fue publicado en la revista The Lancet Oncology . Los rayos ultravioletas de estas cámaras pasaron de ser “probablemente cancerígenos” a ser “cancerígenos”.
El estudio señala que el riesgo de melanoma (la forma más agresiva de cáncer de piel) aumenta un 75% con la exposición a este bronceado artificial. Si la exposición es antes de los 30 años de edad, el riesgo sube un 85%.
Es decir, si la incidencia de cáncer de piel en Costa Rica para las personas que no usan cámaras de bronceado es de 2 por cada 100.000 habitantes, con este tipo de bronceado sería de 3,5 por cada 100.000 habitantes.
Los expertos también hallaron relación entre las cámaras de bronceado y los tumores en los ojos.
“La forma en la que estas cabinas de bronceado se diseñan para acelerar el proceso de bronceado también afecta la vista. Las posibilidades de un tumor en la retina o en la córnea aumentan en un 30%”, comentó Fatiha El Ghissassi, coordinadora de la investigación.
Práctica común. En Costa Rica, los centros de bronceado son una moda desde principios de los años 90. Solo en la provincia de San José hay 66 de estos establecimientos con permisos de funcionamiento del Ministerio de Salud.
Según dermatólogos costarricenses, parte del aumento en el cáncer de piel se debe a esta moda. Solo en el 2008 hubo 1.800 nuevos casos de cáncer de piel en el país.
“El bronceado artificial provoca cáncer y avejenta la piel. Una piel bronceada es una piel dañada. Las cámaras de bronceado son una moda peligrosa. Ya me ha tocado quitar cáncer de piel a muchachitas de 15 ó 16 años que iban a estos lugares”, dijo Harry Hidalgo, jefe de Dermatología del Hospital San Juan de Dios.
“El bronceado ocurre porque las células de la piel mueren, y con una cámara de bronceado mueren más rápido. El problema es que el bronceado genera endorfinas, sustancias que hacen que la gente se sienta alegre y, por eso, se broncee más de la cuenta”, afirmó el dermatólogo Benjamín Hidalgo.
Medidas. Quienes administran centros de bronceado artificial insisten en que se toman todas las medidas para evitar que los usuarios tengan riesgos de cáncer o enfermedades en la piel.
“El problema es sobreexponerse, pero nosotros controlamos que nadie permanezca más de la cuenta. Un bronceado hecho inteligentemente no afecta. También hay estudios que respaldan que las cabinas de bronceado dan niveles de vitaminas D y E, que la gente no obtiene del sol”, aseguró el administrador de una sala de bronceado quien pidió reserva de su nombre.
La viceministra de Salud, Ana Morice, dijo desconocer el estudio, pero que lo analizarán para adoptar medidas más rigurosas con los centros de bronceado.