Si usted o alguien cercano ha tenido algún virus respiratorio en las últimas semanas, probablemente ha vivido o escuchado lo mismo: “Esta vez me duró mucho más tiempo”, “me ha costado mucho salir de esta ‘gripe’”.
¿Hay algo diferente en los virus circulantes en esta época o en las condiciones ambientales? ¿Será que nuestro sistema inmunitario varió o es un problema en nuestros hábitos?
Según la médica Jacqueline Mata Cordero, son varias las razones que se suman para que a su consulta lleguen cada vez más pacientes con esas inquietudes.
“Siempre vamos a tener distintos tipos de virus y en esta época son más comunes los virus respiratorios. Sí se ha visto un cambio en la duración de estas infecciones respiratorias a lo largo de este tiempo”, manifestó Mata.
Para ella, es difícil dar una explicación concreta de las causas. Comentó que hay ciertas teorías, y las más aceptables apuntan a que cada patógeno ha adquirido adaptabilidad a lo largo del tiempo. Para subsistir y “mantenerse vigentes”, los microorganismos buscan estrategias que los hagan permanecer para poder replicarse e infectar a más personas. Condiciones ambientales, como las lluvias y la humedad en un país como Costa Rica, hacen que sea más fácil la subsistencia de las manifestaciones de la gripe.
“Pero el punto más importante es el abandono de medidas de salud. Nos hemos descuidado y esto hace que los virus proliferen”, destacó la profesional.
Iván Kafarela Orozco, especialista en Medicina Interna, explicó que usualmente todos los virus tienen una duración autolimitada que va de 5 a 7 días, pero coincidió en que hay descuidos, por ejemplo, de personas que no se inyectan la vacuna contra la influenza.
Kafarela también es de la opinión de que se suman varios factores. Uno de ellos es que pueden darse varias infecciones seguidas o que haya manifestaciones que se queden un poco más de tiempo después de la infección.
“En cada ciclo que pasan los virus hacen cambios en su ARN y el siguiente influjo viral viene con otra composición. También debemos ver cómo está el paciente que recibe la infección. En alguien con un sistema inmunitario fuerte, con sus vacunas y sin enfermedades crónicas puede ser más llevadero. Y también depende de la carga viral. Es diferente si alguien estornuda en el cuarto donde estás o si te estornuda en la cara”, manifestó.
El comportamiento de los virus
En las primeras 21 semanas del año (que finalizaron el 26 de mayo), el Ministerio de Salud reportó 470.538 casos de infecciones respiratorias agudas superiores (IRAS), que comenzaron a ver un crecimiento desde la semana 17 (que comenzó el 22 de abril). En las últimas dos semanas hubo 34.280 pacientes nuevos.
Sin embargo, estos no son los números reales, ya que solo representan a las personas que acudieron a un centro de salud, y no a quienes buscaron auxilio en una farmacia o pasaron sus síntomas en casa sin asistir a un consultorio médico.
A estos números se les debe sumar los de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG) en donde el compromiso de los pulmones y las complicaciones son mayores. A la semana 21, el Ministerio de Salud registraba 3.532, son 337 más que dos semanas antes. Al 25 de mayo, las IRAG causaron la muerte de 480 personas.
Los grupos de edad más afectados por IRAS son los niños de 1 a 4 años y de 5 a 9, mientras que las IRAG afectan más a los niños de 1 a 4 años y a los adultos mayores.
“Lo que pensamos es que la influenza A, que llegó desde noviembre para acá se volvió a replicar y está un poquito más potente. Hemos visto más aumento de infecciones respiratorias, estamos teniendo nuevamente neumonías virales que terminan hospitalizados“, dijo Kafarela.
Los virus respiratorios circulantes
El Ministerio de Salud señaló en su boletín epidemiológico del 7 de junio, que durante el mes de mayo circularon ocho virus o bacterias causantes de infecciones respiratorias: adenovirus, bordetella parapertussis (bacteria), covid-19, influenza A, metaneumovirus, otros coronavirus (no covid-19), parainfluenza, rinovirus y el virus sincitial respiratorio (VSR).
De estos, tres acumulan la mayoría de los casos: rinovirus, influenza A (o gripe estacional) y covid-19, en orden descendente.
Estos virus son los mismos que nuestro país ha visto en los últimos años. Estos comparten muchos síntomas: fiebre, dolor de cabeza, congestión nasal, malestar general, entre otros. La variedad de los síntomas no ha cambiado, su agresividad tampoco.
“Hay más virus circulando a la vez. Usted puede infectarse con más de un virus a la vez, o recuperarse de uno y contagiarse inmediatamente de otro. Esto puede dar la sensación de que los síntomas duran más tiempo o de que son más fuertes”, especificó Mata.
La profesional también indicó que algunas personas, especialmente quienes estuvieron hospitalizadas por covid-19 y que vieron comprometidos sus pulmones, pudieron quedar con alguna cicatriz en ellos o secuela que haga más complicada su lucha contra cualquier virus respiratorio.
Según Kafarela, a un porcentaje de la población también le ocurre un fenómeno: luego de la infección, el virus deja una inflamación en las vías aéreas (nariz, garganta, principalmente) y ahí puede darse una infección por bacterias. Esto también puede prolongar el malestar por más días.
A esto se le añade que hay una mayor circulación de virus y bacterias causantes de diarreas, y estos también pueden afectar a la persona antes, durante o después del curso de un virus respiratorio.
¿Cómo prevenir los virus respiratorios?
Estos virus se transmiten por vía respiratoria. Cuando alguien infectado estornuda, tose, grita o habla, partículas del virus salen en gotículas de su saliva y pueden infectar. En covid-19, la forma principal es la transmisión por aerosol, en donde las partículas de virus quedan suspendidas por un tiempo en el aire y pueden ingresar por la nariz, boca u ojos de otras personas.
Estas son algunas recomendaciones para minimizar el riesgo de infecciones.
- Mantener el esquema de vacunación al día, tanto contra covid-19 como contra influenza y el resto de vacunas del esquema básico.
- Lavado de manos frecuente.
- Si va a estornudar o a toser, recuerde el protocolo y cúbrase con el antebrazo.
- Prefiera espacios abiertos y bien ventilados.
- Si se encuentra en un sitio cerrado, abra puertas y ventanas para mantener el flujo de aire.
- Si en la familia hay menores de 6 meses, la lactancia materna es el “medicamento preventivo” ideal.
Acciones si ya se tienen síntomas de virus respiratorios
Para Mata, los síntomas van a irse por sí mismos en cuestión de siete días con medicación de venta libre, como la que venden en las farmacias. Si esto mejora en tres días es un virus “pasajero” o leve. Pero si no mejoran, si importan su intensidad, es mejor consultar con un médico. Además, tome en cuenta estas recomendaciones:
- Quedarse en casa en la medida de lo posible y no exponerse a actividades.
- Si un niño se siente mal, evitar enviarlo al kinder o a la escuela.
- Use mascarilla para proteger a quienes están a su alrededor.
- No haga esfuerzos físicos.
- Procure descansar en la medida de lo posible.
- Tome mucho líquido, de preferencia agua.
- Realice ejercicio, eso activa el sistema inmunitario.
- Lleve una alimentación saludable.
Ambos profesionales destacaron la importancia de no exponer a las demás personas, ya que dependiendo del patógeno hay poblaciones que pueden complicarse más. Personas con problemas inmunitarios, embarazadas, adultos mayores, bebés, entre otros.
“No sabemos con cuál virus respiratorio estamos lidiando ni cómo podría afectar a las personas de más riesgo y debemos protegerlas”, puntualizó.
También hay señales que hacen necesario consultar con un médico:
- Si hay falta de aire.
- Si la fiebre no baja con medicamentos de venta libre.
- Si pierde olfato o gusto, síntomas que son más sugerentes de covid-19.
- Cuando hay dolor articular o muscular fuerte.
“Lo ideal es que cada vez que usted se sienta mal, independientemente del síntoma, consulte para que reciba orientación en qué es lo que tiene y cómo tratarlo según su edad y sus características de salud”, destacó Mata.