Secretos de alimentación de Leonardo da Vinci: Un genio más allá del arte

La periodista gastronómica Eva Celada, en un artículo para Google Arts & Culture, indicó que da Vinci creció en Anchiano, rodeado de naturaleza y con una dieta basada en ingredientes naturales como aceite de oliva, pan y vino. También consumía frutas y verduras cultivadas en su propio hogar.

En el taller de Andrea del Verrocchio, al que se unió más tarde, los estudiantes recibían carne, vegetales, pasteles fritos, pastas y sopas. En el Códice Atlántico, da Vinci escribió: “No comer si no hay hambre, y cenar siempre ligero por la noche, masticar bien y utilizar solo ingredientes sencillos y bien cocidos. El vino debe tomarse con moderación, en porciones pequeñas pero con frecuencia, no fuera de una comida ni con el estómago vacío. No retrase ni prolongue sus visitas al baño”.

Además de sus recomendaciones sobre nutrición, da Vinci también describió cómo organizar la cocina perfecta: “Sitúe su cocina afuera para que pueda lavar allí sus ollas y sartenes, para no tener que cargarlas por toda la casa. La despensa, la leñera, el horno, el gallinero y las habitaciones de los sirvientes deben estar todas cerca, para mayor comodidad”.

El ingeniero también creía en los beneficios de comer con moderación. En sus escritos, afirmó: “Modere siempre lo que ingiere o los alimentos que coma, que podrían ser perjudiciales si se abusa de ellos”.

Además, existen indicios de que da Vinci era vegetariano, ya que en sus textos expresaba su amor por la naturaleza: “Si es, como ha dicho, el rey de los animales, ¿por qué no ayuda a otros animales, en lugar de tomar sus crías para alimentar su glotonería? ¿Acaso la naturaleza no produce suficientes alimentos simples para satisfacerlo?”.

Una dieta vegetariana, según el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido, incluye frutas, verduras, productos lácteos y huevos, pero no carnes ni pescado. Se recomienda consumir al menos cinco porciones de 80 gramos de frutas y verduras frescas, congeladas, enlatadas, secas o en zumo al día.

Los alimentos con almidón, como papas, pan, cereales, arroz y pasta, deben constituir poco más de un tercio de la dieta, eligiendo variedades integrales siempre que sea posible. Las proteínas pueden obtenerse de huevos, legumbres, tofu, tempeh y frijoles, entre otros. Es importante comer una variedad de fuentes de proteínas para obtener la combinación adecuada de aminoácidos necesarios para construir y reparar las células del cuerpo.

Se recomienda contar con la asesoría de un profesional de la salud antes de hacer cambios en la alimentación y asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios a través de las comidas diarias.

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