El 31% de los adultos en el mundo están expuestos a enfermedades crónicas por su sedentarismo. En otras palabras, 1.800 millones de personas mayores de 18 años podrían tener mayor propensión a males como obesidad, hipertensión, diabetes y niveles altos de colesterol y triglicéridos.
Estos problemas de salud, a su vez, incrementan el riesgo de males mayores como infartos y accidentes cerebrovasculares (o derrames cerebrales). Además, la falta de ejercicio está asociada con varios tipos de cáncer, especialmente de mama y colon.
Esta es una de las conclusiones de un análisis con datos de 197 países realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado este 26 de junio (a medianoche de Europa) en la revista científica The Lancet.
“La inactividad física es una amenaza silenciosa para la salud global. Contribuye significativamente con la carga de enfermedades crónicas”, especificó Rüdiger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS.
El informe define un mínimo de actividad física como 150 minutos semanales (un mínimo de 30 minutos cinco días por semana) de actividad moderada, 75 minutos de actividad vigorosa o una combinación de ambas opciones durante al menos 100 minutos.
Sedentarismo creciente
El informe tomó en cuenta datos de 2022 y los comparó con los reportes previos de 2000 y 2010. Con estos datos lanzaron proyecciones a 2030 si no se hicieran cambios para combatir la situación.
De acuerdo con este análisis, el sedentarismo se daba en 23,4% de los adultos en el año 2000, subió a 26,4% en 2010 y a 31,3% en 2022. La proyección para 2030, si no hay cambios, es que el sedentarismo afectaría al 34,7% de población adulta.
Para verlo en números absolutos, las personas en riesgo de enfermedades crónicas eran 900 millones en 2010, la mitad de las vistas 12 años después.
Para los autores del estudio, la pandemia de covid-19 no representó cambios significativos en los niveles de sedentarismo de las diferentes regiones del mundo.
La región con mayor prevalencia fue Asia Pacífico (sudeste asiático, que incluye países como China, Japón, Corea del Norte y del Sur, Mongolia y Camboya, entre otros). Allí, el sedentarismo para 2022 fue de 48,1%. Oceanía tuvo la menor prevalencia, con 13,9%.
Diferencia según sexo y edad
El análisis arrojó que las mujeres y las personas mayores de 60 años son quienes más tienen problemas de inactividad física.
Si se ve por sexo, el 28,7% de los hombres son sedentarios, mientras que esta condición se ve en el 33,8% de las mujeres.
Cuando se analizan las edades, se observa que a mayor edad, mayor sedentarismo. El 28,6% de quienes tienen entre 18 y 39 años no realizan el ejercicio suficiente. El grupo de edad de 40 a 59 sube ligeramente, a 28,9%, pero los mayores de 60 ya registran 43,5%.
“Dada la persistencia de brechas de participación entre sexos y grupos de edad, todos los países son llamados a establecer políticas públicas y programas que observen dichas inequidades”, destaca el informe.
¿Cómo combatir el sedentarismo?
El reporte da dos tipos de recomendaciones, uno dirigido a los países y gobiernos locales, que deben implementar políticas para que la población tenga más acceso a espacios para el ejercicio; el otro dirigido a las personas, que deben velar por su salud individual.
La meta es reducir en un 15% la inactividad física para 2030.
“Si se consiguen programas en los que la actividad física sea accesible y disfrutable para toda la población, se reducirá significativamente el riesgo de enfermedades crónicas y se tendrá una población más sana y productiva”, afirmó Krech.
Esto puede lograrse con más lugares públicos para practicar ejercicio tanto al aire libre como en instalaciones techadas, con programas con especialistas que brinden servicios gratuitos o de bajo costo y con información de cómo realizar ejercicios en casa.
Para las personas, el reporte recuerda que no es necesario pagar un gimnasio o un entrenador personal. La actividad física queda a libre escogencia de la persona.
Caminar o trotar por el barrio, jugar el deporte favorito, utilizar las máquinas para ejercicios que hay en los parques, bailar, inyectar más energía a la hora de hacer el oficio doméstico, subir y bajar escaleras y practicar yoga, taichí o estiramientos, son algunas de las muchas alternativas.
Es importante que se haga un chequeo médico básico para saber primero si hay tipos de ejercicios que están contraindicados para usted.