El pasar sentado la mayor parte del día sin hacer actividad física no solo tiene consecuencias graves para la salud, también las tiene para la economía.
Un estudio realizado por la revista médica The Lancet con motivo de los Juegos Olímpicos reveló que el sedentarismo le pasa al mundo una factura de $67.000 millones (¢36, 9 billones) al año. Esto incluye los costos por medicamentos, tratamientos, incapacidades y hospitalizaciones de enfermedades relacionadas con la inactividad física (como obesidad, hipertensión, diabetes, infartos o derrames cerebrales).
El reporte tomó en cuenta los datos de 142 países del mundo.
“Hoy el costo económico de la inactividad física se da principalmente en las naciones de ingreso alto; pero conforme los países menos adinerados se desarrollan, el sedentarismo crece, lo que causará costos mayores en lugares que no tienen la infraestructura para afrontarlos”, dijo en un comunicado, Melody Ding, autora del informe.
El análisis también determinó que el permanecer inactivo le restó a la población mundial 13,4 millones de años de vida saludables (concepto de epidemiología que suma los días en los que las personas pasaron incapacitadas, hospitalizadas o en tratamiento médico para tratar las consecuencias de una enfermedad asociada al sedentarismo).
Escenario tico. Aunque no fue incluido en el análisis, Costa Rica no escapa de las consecuencias de la falta de actividad física.
La buena noticia es que el sedentarismo va en descenso, paulatinamente, pero ya pareciera ser esa la tendencia.
La segunda Encuesta de Factores de Riesgo Cardiovascular de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) –presentada en diciembre del 2015– mostró que, en comparación con un estudio del 2010, la ausencia de ejercicio bajó de 50,9% a 44,6%.
Mas esto no es suficiente. Según criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un pueblo puede considerarse con un buen nivel de actividad física cuando la población sedentaria es del 20% o menos.
No hay datos exactos de cuánto le cuesta el sedentarismo por sí solo a la CCSS, pero sí de cuánta es la inversión en males relacionados con este. Cada año se invierten más de $10 millones (¢5.450 millones) en tratamientos médicos para 962.868 hipertensos y 266.098 diabéticos, enfermedades que, si no se tratan, pueden ocasionar infartos o derrames.
Según los expertos, no hay por qué pagar gimnasio para estar “en movimiento”, basta con salir a caminar o trotar, no usar el carro para trayectos cortos, bailar en la casa o hacer el oficio doméstico con más vigor.