Si se aumentara el impuesto a los cigarrillos, la venta de cajetillas y la cantidad de fumadores disminuiría, sin afectar los ingresos generados por los tributos, que más bien aumentarían.
Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad Nacional (UNA) con el apoyo de la Red Nacional Antitabaco (Renata) y de la Universidad Adolfo Ibañez, de Chile.
“No es aumentar el precio por aumentar el precio, sino que el precio se incremente a través del incremento a los impuestos”, especificó Jorge Rafael Solano Ruiz, uno de los investigadores.
De acuerdo con Solano, uno de los mayores mitos es que si se aumentaba el precio de los cigarrillos las personas iban a dejar de consumirlos del todo, y por lo tanto, la recaudación sería mucho menor o incluso nula. Sin embargo, dijo, esto no es así con los fumadores empedernidos.
“Las cajetillas de cigarrillos son inelásticas. Si le subís el precio, hay un grupo de gente que va a seguir consumiendo y tratarán de seguir consumiendo el producto, aunque el precio sea más alto”, explicó.
Datos de la Encuesta de Riesgo Cardiovascular de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de 2019 (la última realizada) señalan que, mientras en el 2010, un 14,2 % de la población mayor de 20 años consumía tabaco, en el 2018 ese porcentaje fue de 11,1 %; una reducción de 3,1 puntos porcentuales.
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El estudio paso a paso
La investigación trazó tres escenarios. En uno se aumentaban los precios finales al consumidor en un 10%; en otro, en un 20% y en el tercero, en un 30%. La diferencia en el precio tendría relación directa con los tributos.
Se hicieron proyecciones a cinco años sobre los cambios que habría en cuanto al número de cajetillas vendidas, cantidad de fumadores y recaudación fiscal.
Asimismo, se tomó en cuenta que el precio actual de la cajetilla de 20 cigarrillos de la marca más vendida en Costa Rica es de aproximadamente ¢2.100. De modo que en el escenario donde se incrementa el precio real en 10%, este aumenta a ¢2.310.Para los escenarios donde se aumenta en 20% y 30%, el precio asciende a ¢2.520 y ¢2.730, respectivamente.
En el primer escenario, al aumentar el precio de las cajas de cigarrillos en 10% se vio que la demanda disminuiría en un 6,1%. En otras palabras, la recaudación aumentaría en mayor porcentaje de lo que disminuiría el consumo. Este es un parámetro clave para realizar simulaciones fiscales de aumento en los impuestos y sus efectos en la recaudación y en el consumo de cigarrillos.
Esto implicaría un aumento de aproximadamente ¢36.000 millones en la recaudación de impuestos en los primeros cinco años de implementación, mientras que la cantidad de fumadores se reduciría en 52.000 en el mismo período (un 3% menos fumadores a lo proyectado sin aumento impositivo).
En el segundo escenario, de aumento del 20%, las ventas se reducirían en un 12,1% y habría un 6% menos de fumadores, pero la recaudación aumentaría en un 20%. Los ingresos adicionales de impuestos llegarían a ¢65.000 millones en los primeros cinco años de implementación; mientras que la disminución de la cantidad de fumadores sería de unos 104.000.
Finalmente, en el tercer escenario, el aumento del 30% en el precio llevaría a 18,1% menos de cajetillas vendidas, 9,1% fumadores menos y 26,7% más impuestos recaudados. A cinco años, esto significaría ¢87.000 millones en recaudación y 158.000 fumadores menos.
“Este incremento de recaudación es lo que estamos logrando capturar al aumentar la carga impositiva, es lo suficiente para, no solo recuperar la recaudación, sino aumentarla, con menor cantidad de fumadores. Se gana por todos lados”, puntualizó Solano.
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Impacto real en otros países
Blanca Llorente, investigadora colombiana que lleva 15 años de estudios en temas de impuestos al tabaco, indicó que este estudio costarricense corrobora lo que cientos de estudios anteriores han dicho en otros países.
Colombia, por ejemplo, triplicó hace seis años los impuestos, lo que significó un precio final al consumidor un 37% mayor. Ahora se tiene un millón de fumadores menos y la recaudación se duplicó.
“El consumidor sí responde a cambios en el precio y aumentos importantes en el precio son necesarios para reducir el número de fumadores. Esto no solo impulsa a los fumadores a dejar de hacerlo, pero el valor más importante es disuadir a los jóvenes y niños de iniciar en el vicio”, manifestó Llorente.
La especialista indicó que esta es una de las pocas medidas en salud pública que tiene el potencial por sí sola de salvar cientos de miles de vidas. Y, no obstante, son medidas que no están tan implementadas en América Latina.
Llorente indicó que uno de los mitos más frecuentes es que el aumento de impuestos hará que el contrabando sea mayor, pero esto, a su criterio, no es cierto. La primera razón es que el principal beneficio de esta medida son todas las generaciones jóvenes que no comenzarán a fumar, ellos nunca buscarían el contrabando porque no consumirían.
Por otra parte, lo visto en Colombia, mostró que los fumadores buscaban más opciones para dejar de fumar que cigarrillos más baratos en el contrabando. Y, además, los precios en el mercado ilegal subieron.
“Ni con la presencia de contrabando se redujo la recaudación”, especificó.
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Iniciativas
Renata llevará este análisis a una iniciativa de proyecto de ley que se tiene para aumentar los impuestos al tabaco.
Diego Montero Hernández, representante de la Red, indicó que lo importante de la legislación actual es que ya contempla un impuesto directo a los productos de tabaco, con una base del índice de precios al consumidor.
“También nos encontramos en un escenario en el cual lo que estamos recaudando se está quedando corto conforme los costes del tabaquismo. Los costes son mucho mayores a lo que el país termina recaudando”, destacó.
A pesar de la afirmación, el otro aspecto a considerar es que el presupuesto generado por los impuestos está subejecutado.
“Los usos del impuesto no están necesariamente utilizándose para los usos que fueron pautados y eso es una discusión paralela a este tema”, añadió Montero.
Dentro de las recomendaciones del estudio, se señala que las instituciones que se vean beneficiadas directa o indirectamente con la recaudación de impuestos provenientes de las cajas de cigarrillos, deben ser, como mínimo, las que menciona la Ley N°9028 que son: la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Salud, el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder).
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